En los hogares mexicanos solo hay de dos sopas, por la marcada brecha entre los niveles económicos que dan la pauta para tener o no, a trabajadoras del hogar; algunas familias las hacen parecer como de su propia estirpe y de dientes para afuera se asegura que le respetan todos sus derechos humanos, en otras casas la cosa va peor, son tratadas de forma humillante y no se les procura siquiera un entorno laboral y salario digno, de acuerdo a su esfuerzo físico y horas laborales, a la “muchacha” de la casa, siempre se le regatea. Ah, pero ufanas, algunas mujeres y sus señores las presumen como “las señoras de la casa”.
Actualmente está en curso un programa piloto del IMSS, donde se pide a las patronas que inscriban a sus trabajadores domésticos (mucamas, choferes, niñeras, cocineras o mayordomos) pero de manera voluntaria, va lento el proceso y ni siquiera se ha socializado lo suficiente. Esta acción es una reacción a un fallo de la Suprema Corte donde se reconoció que no hay justificación para marginar a las trabajadoras del hogar del régimen del sistema del seguro social, no fue una coincidencia del nuevo gobierno, ni una idea de los de la 4T.
Y viene otro tema que seguramente traerá mucho debate, pero debe resolverse a la brevedad: el pago a las personas de servicio. ¿Usted considera justo lo que le paga a la Sra. de la casa? Tome en cuenta, que con su trabajo suman más horas laborales que las permitidas por ley, que no las ampara ninguna legislación y que tampoco gozan, hasta ahora, de los derechos laborales. Son una fuerza de trabajo que en nuestros tiempos se sigue realizando casi en el oscurantismo.
Mañana 25 de abril están convocados sindicatos y colectivos civiles en la capital del país para analizar junto con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, propuestas que buscan aseguran un salario mínimo para las trabajadoras de hogar, que éste, solucione problemáticas económicas de la empleadas y a la vez considere la capacidad de pago de la personas empleadoras. México llega tarde a este tema y casi obligado por el entorno global, por lo que debe atender recomendaciones pendientes de la Organización Internacional del Trabajo, que datan desde 2010.
La CONASAMI propone que el salario mínimo de las trabajadoras del hogar sea mayor al que conocemos como mínimo general, que tenga como referencia el de la zona libre de la frontera norte, quedando en un rango de 102.68 a 176.72 pesos, pero hay otra propuesta de la misma comisión que busca equiparar el salario de las trabajadoras del hogar, al menos, a la mitad del salario mínimo profesional, que actualmente ronda en los 373.60 pesos, es decir quedaría entre 176 y 186 pesos, en ambos casos.
La última encuesta nacional de ocupación y empleo 2018, reflejó que las trabajadoras del hogar perciben por lo general 25 pesos por hora, por lo que también se discutirá un pago de 200 pesos diarios por la jornada laboral completa. A partir de mañana se estará hablando entonces de unificar los sueldos que oscilarían entre los 200 y 300 pesos diarios, una tarea pendiente desde 2012 de autoridades federales que ahora se retoma con la participación de los sindicatos y colectivos.
A nivel nacional se tiene un registro vago del número de personas que laboran en las casas, las encuestas del INEGI calculan más de dos millones, la mayoría son madres de familia y ganan menos de un salario mínimo. Y quienes pagan por la ayuda domestica ingresan al hogar cerca de 40 mil pesos mensuales, así que no hay razón para mejorarles el entorno y garantiza la certidumbre laboral. Lo que se resuelva mañana tendrá que ser una mejoría, que por principio, plantee el reconocimiento del aporte a la economía y a la sociedad de esta mano de obra.
En Boca Cerrada
Y el próximo viernes, será otro día ajetreado para escuchar discursos, entender mensajes y esperar las estrategias de seguridad. En mero Minatitlán, el presidente OBRADOR estaría dando un cambio, por lo menos comunicativo, al atender en persona a familiares de las víctimas recientes.