CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Hasta dónde nos hemos desconectado de las cosas que en realidad importan; de eso que nos mantiene anclados como seres humanos?
Los hombres, mujeres y niños que se la pasan todos los días pegados a sus celulares y revisando sus cuentas de redes sociales podrían aprender algo de Lin-Manuel Miranda, el creador de Hamilton, una innovadora obra que se convirtió en un éxito teatral.
Cuando le preguntaron en una entrevista con la revista Delta Sky cuándo y dónde encuentra tiempo para ser creativo, Miranda, un ávido lector de libros y entusiasta del ocio, respondió: “Las buenas ideas llegan cuando descansas. Llegan en la regadera. Llegan cuando estás haciendo dibujitos o jugando al tren con tu hijo. Hamilton me obligó a poner más atención a la inspiración que conlleva el simple hecho de vivir mi vida”.