El gobierno de Venezuela formalizó ayer su retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA) por lo que ninguna decisión emanada por este organismo tendrá “efecto político o jurídico para el Estado venezolano y sus instituciones”.
En un comunicado, las autoridades venezolanas criticaron la “disfuncionalidad de la OEA” y la acusaron de vulnerar el derecho internacional, así como de dañar los principios de “soberanía y autodeterminación” de sus Estados miembros.
En ejercicio de su independencia política y sus derechos soberanos, el gobierno bolivariano de Venezuela ha denunciado ante la comunidad internacional la disfuncionalidad de la OEA, caracterizada por la vulneración del derecho internacional (…), la subordinación política de su burocracia a los intereses del gobierno de los Estados Unidos”, detalló en un comunicado oficial.
De acuerdo con el reglamento de la OEA, cualquier país que denuncia la carta fundacional puede abandonar la institución en cuanto pasen dos años, siempre y cuando esté al día con el pago de sus cuotas. En estos momentos, la deuda del país asciende a 12 millones de dólares que el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, aseguró que asumirá para poder seguir en el organismo, de acuerdo con el diario venezolano El Univesal.
Por su parte, el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, celebró la salida oficial de Venezuela de esta organización.
Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la OEA. Estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo, habiendo cumplido con todo lo que establece la carta fundacional de la OEA”, dijo durante una concentración de simpatizantes del presidente Nicolás Maduro.
El gobierno de Maduro consuma un proceso que comenzó en 2017 con el anuncio de la salida de la OEA.
La crisis venezolana se agudizó el 10 de enero a raíz de la decisión de Maduro de iniciar un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional por considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
Guaidó se proclamó presidente encargado el 23 de enero y recibió el apoyo de más de 50 países.
OPOSITORES SE QUEDAN
La salida del gobierno de Nicolás Maduro de la OEA no deja a Venezuela fuera del organismo.
El lugar del país ya había sido ocupado por el representante de la oposición, Gustavo Tarre, un acto que para Caracas “es compatible con la naturaleza vasalla de la OEA”.
Esto sirve para aumentar la legitimidad internacional. Cada día Maduro está más solo”, dijo Tarre, quien el 9 de abril recibió el apoyo del Consejo Permanente de la OEA para convertirse en “representante permanente” por designación de la Asamblea Nacional venezolana (AN), presidida por Juan Guaidó.
Tarre adelantó que una de sus prioridades será la “vuelta” de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos, cuyos pilares son la propia OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.