Hoy a 5 meses de iniciar el Gobierno de Andres Manuel López Obrador, me parece que no hemos dimensionado los cambios presupuestales que le ha dado al país. Prácticamente cambio todo el equilibrio presupuestal que conocíamos desde hace 20 años para inyectar recursos a áreas clave como salud (Seguro Popular), el campo (proagro, procampo, entre otros), bienestar (Prospera), infraestructura carretera, entre otros.
Todo esto con la finalidad de financiar programas de transferencia directa sin control, como “68 y más” al duplicar la aportación que se les da a los adultos mayores, el programa de “jóvenes construyendo el futuro”, y sus 3 mega proyectos, sin estudios de viabilidad técnica y financiera que son el Tren maya, el aeropuerto en Santa lucia y la refinería de “Dos Bocas” en Tabasco.
Es un cambio presupuestal que afectará los bolsillos de los mexicanos, quizá ahorita no se ha logrado sentir pero en el mediano plazo se habrá de traducir en desequilibrios macroeconómicos.
También encontraremos áreas prioritarias para el desarrollo en abandono el eliminar programas de apoyo como por ejemplo al campo, ha dejado en incertidumbre a la mayoría de los pequeños productores que le apuesta a la producción de sorgo en Tamaulipas por tener más de 10 hectáreas.
Aterrizado a la problemática que particularmente me atañe como Regidor de Victoria y Presidente de la Comisión de Vinculación con Programas Federales y Estatales, haciendo estudio del Catálogo de Programas Federales para Municipios del año 2018 y del año 2019 que realiza el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) vemos de manera considerable la disminución en la cantidad de programas que teníamos hace un año para gestionar de manera municipal y la cantidad de cuantos quedan ahora.
La Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano el año pasado tenia 6 programas diferentes para la gestión de infraestructura municipal hoy solo tiene 3. La Secretaría de Bienestar Social tenia 9 programas hoy solo queda 1. Desaparecieron apoyos que provenían de la Secretaría de Cultura, de la Secretaría de Economía, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Turismo y por supuesto todos los de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
Con estas medidas se ve afectado el federalismo tal cual lo conocíamos, la capacidad de gestión de los municipios para obtener recursos para sus problemáticas se reducen, lo que nos obliga a ser más eficientes y estratégicos en los recursos que se emplean ante el abandono del Gobierno Federal.