MANTA, TAMAULIPAS.- En la presente temporada de altas temperaturas, se han presentado 128 incendios que han devastado 19 mil hectáreas de zonas arboladas y pastizales, según un reporte de la Subdirección Regional de Protección Civil.
Enrique Murillo Rodríguez, dijo que desde Llera hasta Nuevo Morelos, los incendios han dejado gran afectación, dañando pastos, animales de corral y de monte, zonas arboladas de la sierra e incluso viviendas.
Explicó que el 2018 fue un año tranquilo en lo que a incendios se refiere y la cifra de hectáreas afectadas apenas rebasó las 2 mil en todo el Estado pero ahora, la historia es otra, muy distinta y bastante peligrosa, pues lo más fuerte de la sequía prevalece.
“En el recuento de incendios forestales de la temporada 2019 tenemos la presencia de 128 eventos que en su mayoría se han presentado en Llera, pero que han tenido sus consecuencias más fuertes en Antiguo y Nuevo Morelos, solamente en esos dos municipios hay casi 14 mil hectáreas siniestradas de pastizal, palmar, zona arbolada y pastos”, indicó.
Agregó que el municipio de Llera solamente, concentra 113 de los 128 incendios y aunque algunos han sido en superficies pequeñas, se han ocasionado a veces en un solo día y por el peligro de que lleguen a zonas habitadas se les presta el mismo interés.
Dijo que hasta el momento, son dos incendios los que se mantienen activos en los municipios de Gómez Farías y Ocampo, los cuales son atendidos por Conafor al ser zonas arboladas y de tratamiento especial.
“Al parecer se está combatiendo con personal especializado y la contratación de personas de las comunidades, es realmente difícil llegar a algunas zonas y por eso se pidió la intervención de la Conafor”, dijo.
Son quemas intencionales
Enrique Murillo dijo que la mayoría de los incendios inician como quemas intencionales, que al final se salen de control y ocasionan una serie de problemas de los que nadie se hace responsable.
Explicó que hay gente que para “limpiar” sus terrenos de palos y maleza lo que hace es precisamente hacer una lumbre, para acabar con toda la maleza sin necesidad de meter maquinaria o hacer un gasto extra.
Sin embargo se les termina saliendo todo de control y es cuando viene la quema de vastas extensiones de terreno que muchas ocasiones son áreas protegidas que debieran estar a salvo.