MÉXICO. Donald Trump lo ha vuelto a hacer: ha desatado la polémica a través de las redes sociales. Recientemente, el presidente de la Casa Blanca escribió este mensaje en sus redes sociales: “China no debería tomar represalias; las cosas solo irán a peor”.
Pero Pekín hace oídos sordos a Trump y a sus redes sociales, anunciando que va a aumentar los aranceles que aplica a los productos que llegan a China desde Estados Unidos. Según ha declarado el presidente del gigante asiático, a partir del 1 de junio Estados Unidos sufrirá aranceles de entre el 5% y el 25% por un valor conjunto de 60.000 millones de dólares. Para ser más exactos, Pekín pondrá un recargo del 25% sobre 2.493 artículos estadounidenses; un 20% a otros 1.078 productos; un 10% para otros 974 productos; y un 5% para 595 productos.
Pero Trump ve las cosas desde otra perspectiva, según el presidente Trump, los aranceles de Estados Unidos a productos de China apenas influyen en la decisión del consumidor americano, pues el gigante asiático subvenciona de forma generosa los productos de exportación. A este respecto declaró: “Los aranceles se pueden evitar exportando desde un país que no está sujeto a aranceles”, por eso el gobierno chino necesita urgentemente un acuerdo comercial.
De otro lado, el presidente del Ejecutivo estadounidense declaró que China se ha aprovechado “durante muchos años” de Estados Unidos, y por eso el presidente de la Casa Blanca ha advertido al presidente chino, Xi Jinping, que si China responde a los aranceles, la situación solo empeorará: “China sufrirá mucho si no logra un acuerdo porque las empresas tendrán la obligación de cambiar China por otro país. Esto hará que los precios de comprar en China sean mucho más elevados”. Según los políticos de la Casa Blanca, las empresas afectadas por esta guerra arancelaria acabarán por dejar China para irse a Vietnam o a otros países de Asia con precios más competitivos.
China quiere conseguir un acuerdo con Estados Unidos, pero Trump no se lo está poniendo fácil y el presidente chino no está dispuesto a ceder en todo. China no se rendirá a la presión exterior, así lo han declarado miembros del Ministerio de Asuntos Exteriores chino: “Tenemos confianza y capacidad para proteger nuestros derechos”.
Las negociaciones entre Trump y Jinping estaban a punto de llegar a su final, la guerra comercial parecía que por fin acababa. Justo en ese momento, Trump sorprendió con más aranceles: algo que ha sido muy criticado por políticos chinos y medios de comunicación de China, acusándole de que la guerra comercial no ha terminado por su repentina subida arancelaria.
La guerra comercial ha revolucionado el mundo financiero, aunque muchos inversores siguen operando en trading en materias primas, la situación hace que haya que estar mucho más pendiente del comercio de materias primas y de cómo este cambia según evoluciona la guerra comercial.