MÉXICO. La Laguna de Bacalar es “mágica”; en temporadas de lluvias adquiere una tonalidad verdosa y oscura, producto del acarreo de nutrientes, de las actividades agrícolas y la falta de drenaje sanitario en la zona urbana.
De acuerdo con la investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luisa Falcón, en estos años se incrementó de manera significativa la concentración de nutrientes tales como: nitratos fosfatos y nitritos en el cuerpo lagunar.
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El desarrollo de actividades agrícolas y la falta de infraestructura de tratamiento de aguas residuales contribuyen a que se contamine la laguna. Según la investigadora, dicha contaminación puede apreciarse a detalle durante la temporada de lluvias, por el cambio de color en el agua.
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Como detalla el medio estadounidense “The New York Times”, a la Laguna de Bacalar volverse célebre le ha costado… Y mucho, pues el aumento de desechos sobrepasan la capacidad e infraestructura de la ciudad:
En época de lluvia, el agua rebasa y forma ríos negros que desembocan en la Laguna de los Siete Colores. De acuerdo con Omar Caballero Hernández, biólogo que estudia la ecología de los humedales y participa junto a McGrath en Agua Clara, “la basura por diversos orígenes, los lixiviados y desperdicios agrícolas, la contaminación por drenaje y el turismo están poniendo en riesgo el equilibrio del cuerpo lagunar y propiciando la eutrofización”.
CON INFORMACION DE RADIO FORMUALA.