Cuando nos llega un meme, un chiste o chisme a nuestro chat privado o grupal, casi siempre, la primera reacción individual es compartir, ya sea porque es un chiste y queremos que otros rían también, o porque es una alerta y deseamos que los demás también se prevengan, pero muchas otras veces sabemos que son chismes, rumores o noticias falsas y de igual forma le damos reenviar.
En estos días de reflexión del voto, de razonamiento ciudadano para emitir una decisión, hagamos un alto en el camino, un examen de conciencia y estemos a la altura de nuestros tiempos, hagámonos responsables de lo que consumimos en la red y de lo que pretendemos que otros consuman.
Las fotos, videos y audios que comúnmente nos llegan por Whatsapp siempre llevan una intención, bueno o mala, depende de la pantalla con que se mire, ¿Sí a Usted le llega un video íntimo de un conocido, lo comparte? Y ¿Sí es de un familiar? Esto ya está legislado y penado, pero sigue sucediendo. Cuando se envían fotos o audios editados de algún personaje público, ¿Las comparte? A veces se trata de historias pre fabricadas para perjudicar a alguien, de falsas noticias que afectan a todos, no solo a los de la competición política, nos llevan al enojo o frustración y nos descomponen el día. Entonces para que seguirles el juego.
Las redes sociales no son cosas de niños, no son video juegos, son una realidad virtual que corre paralela a nuestra circunstancia actual, se retratan ahí todos los momentos que estamos viviendo como sociedad y justo ahora estamos en otro estadio crucial para nuestro futuro inmediato. Necesitamos estar claros, en paz, sin intromisiones virales, ni presiones enredadas.
El abuso de los nuevos sistemas de comunicación se vuelve ya un tema de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud consumimos cerca de ocho horas diarias pegados a la pantalla del celular, para ver y dejarnos ver, para informarnos y desinformarnos y esta acción nos lleva a otras conductas más graves, sugieren que el abuso a estos contenidos nos lleva a enfermedades como depresión y ansiedad. Pero está en nuestras manos alfabetizarnos en el terreno digital para aprovechar los recursos tecnológicos y no consumirnos en el intento.
Yo agradezco que este fin de semana no me molesten con mensajitos políticos, ni chistes o parodias de los candidatos, yo no quiero ir a votar enojada, ni tampoco tomarme a broma el proceso electoral. Es una fiesta cívica.
En Boca Cerrada
A propósito de las redes sociales y lo enredado sobre la elección, el IETAM aprobó un acuerdo para pedir a la ciudadanía tamaulipeca evitar el uso de cámaras fotográficas, celulares o cualquier medio electrónico de captación de imágenes dentro de las mamparas destinadas para emitir el voto de este domingo dos de junio, día de la jornada electoral, advierte que la persuasión resulta necesaria para salvaguardar los principios rectores del derecho electoral y los que preservan la voluntad del elector al momento de su decisión. El órgano electoral local recuerda que votar es un derecho y una obligación, y se ejerce para integrar los órganos del Estado de elección popular.
El voto es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible, y son condiciones necesarias para la democracia. La ley tipifica como delito electoral a quien solicite u ordene evidencia del sentido de su voto o viole el derecho de la ciudadanía a emitir su sufragio en secrecía.