Concluidas las campañas, el escenario político de Tamaulipas ha quedado listo para la jornada electoral del domingo, jornada en la que se elegirán a los 22 diputados locales de mayoría relativa y los 14 de representación proporcional que conforman el Congreso del Estado, la mayoría en manos de Acción Nacional.
El sistema del Programa de Resultados preliminares, PREP, a decir de la autoridades del INE y el Ietam, ha quedado auditado y está dispuesto, igual que la recepción de los paquetes electorales y a acciones del cómputo de las votaciones.
Todo está preparado, asimismo, para la instalación de las 4 mil 664 casillas o mesas receptoras de votos, así como la estrategia para que los paquetes electorales lleguen de manera segura y no se vayan a perder en el camino, como a veces sucede, a los distritos electorales.
Un total de 960 observadores registrados estarán atentos también para vigilar que las votaciones se realicen de acuerdo a lo señalado por la ley.
Lo único que falta es que los ciudadanos acudan en masa a ejercer el derecho del sufragio e impidan que el abstencionismo que caracteriza a las elecciones legislativas intermedias locales supere los augurios de que solo acudirán a las urnas alrededor del 40 por ciento de los 2 millones 668 mil 110 votantes del estado.
Sin olvidar, por supuesto, que los árbitros de la contienda y la Fiscalía Especializadas para la Atención de los Delitos Electorales, FEPADE, actúen enérgicamente y sin miramientos contra los responsables de los eventuales chanchullos y cumplan cabalmente con la función para que la contienda se desarrolle no solamente en forma limpia, sino ordenada y pacífica.
Y que, aquellas personas a las que sorprendan realizando prácticas ilegales, como la compra y coacción del voto, la alteración de las actas de los cómputos, entre otras irregularidades, sean llevadas ante la justicia, medidas indispensables para fortalecer la aún enclenque confianza en la legalidad de los comicios.
El alcalde de Tampico, Chucho Nader Nasrallah, por otra parte, expresó su preocupación por los bajos niveles de agua que registra la laguna El Chairel, principal fuente de abastecimiento del líquido a la población.
El munícipe urgió por ese motivo al gobierno federal a que autorice los recursos que requiera la construcción de las obras hidráulicas que garanticen el suministro del elemento en los periodos de sequía prolongada, como la de la actualidad, esenciales para evitar consecuencias catastróficas.
En temas de otra índole, esta semana el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador recibió varios mensajes, algunos positivos y amigables, otros, en cambio, intimidatorios.
Entre los primeros, el director de la Calificadora de riesgos del Banco de América, Emilio Romano, ofreció a AMLO todo el respaldo para los proyectos gubernamentales, tras encuentro con el primer mandatario, que hace pensar que hay confianza en México pese a que críticos del Jefe de la nación afirman lo contrario.
Otro fue el de los elogios de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, a la política de crecimiento inclusivo, así como a de búsqueda de prácticas fiscales prudentes, reducción de la pobreza y corrupción impulsadas por el régimen obradorista.
El de los mencionados en segundo término, el del artefacto explosivo camuflado de libro que estalló en la oficina de la senadora de Morena, Minerva Citlali Hernández, un viso cifrado que no se sabe con certeza si únicamente tenía por objeto intimidar a la legisladora, al Senado o al gobierno en general sobre la lucha que éste libra contra los ex funcionarios deshonestos y corruptos.
La pregunta que flota en el aire, sin embargo, es ¿a qué vino realmente a México la funcionaria del FMI?
A ciencia cierta no se tiene idea, pero se deduce que no fue sólo para saludar al Presidente y degustar la gastronomía mexicana. No sería excesivo, por ello, suponer que quizá la francesa vino a leerle la cartilla al tabasqueño para que en tanto mantenga en orden las variables macroeconómicas, a saber inflación, disciplina fiscal, paridad monetaria, tasas de interés, crecimiento del PIB, etcétera, contará con el respaldo de la institución financiera. De lo contrario, le soltarán los perros, como marca el protocolo, a aquellos gobernantes que intentan o que se salen de guacal.