La interrogante que deja el pasado proceso electoral es preocupante:
¿Por qué la ciudadanía en su mayoría no salió a votar?
La respuesta sería que los candidatos no convencieron ni tampoco gustaron.
Pues algo hay de eso pero la principal razón es que no tuvieron dinero para
llevar a cabo sus campañas de promoción al voto.
Antes los partidos políticos respaldaban con dinero y publicidad a sus
candidatos y hoy los dejan a su suerte, e incluso había gente que apoyaba
económicamente a quienes serían sus representantes en las casillas y
ahora cuando mucho un saludo o la promesa de un obsequio en especie
o en efectivo, e incluso de un trabajo.
Antes los candidatos visitaban las cabeceras municipales incluyendo las
principales comunidades rurales, hoy ni siquiera un ejido o una ranchería e
incluso ni una sola colonia popular, pues mandan a un representante que
en ocasiones ni conocen ni saben siquiera cómo se llama.
Hoy, de plano si no hay dinero no hay voto, así de fácil.
En fin, así están las cosas en estos días.
Mire usted, antes los periodistas acompañaban al candidato aún sin
invitación, hoy ni de pura curiosidad se acercaron y prueba de lo anterior es
que prácticamente no hay publicidad alguna en la calle, bueno ni siquiera
una felicitación en las oficinas del propio partido postulante o medio impreso.
Hoy, al menos en Llera, la gente prefirió quedarse en casa o irse a
divertir un rato al río y de aquellos viejos entusiastas promotores del voto
no alcancé a ver en el municipio de mi nacencia uno solo.
Es más. en nuestra cabecera municipal llegaban a contabilizarse mínimo
cuatro o cinco mil votos, hoy cuando mucho fueron alrededor de ochocientos
sufragios.
Lo que quiere decir que el pueblo se cansó de esperar resultados sociales
y como estos no llegaron no hubo votos… así de fácil.
A propósito, ni los actuales diputados federales y estatales se han parado
por el Ombligo de Tamaulipas, ya no digamos para anunciar una obra sino
más bien para decirnos “aún no me he muerto raza… aquí toy”.
Pero ni para eso.
Es más: si alguien pregunta cómo era o se llamaba el candidato la respuesta
será en su mayoría “no sé y tampoco me interesa”.
Por supuesto que hay razón para pensar así y si no creen pues pregunten
solo para que se den un quemón.
A propósito ¿Cuántos candidatos visitaron Llera?
¿Qué prometieron?
¿A quién saludaron?
¿Era hombre o mujer?
¿O eran del tercer sexo?
Ahí quedan para el recuerdo… nada más.
HASTA MAÑAN Y BUENA SUERTE.