JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL es dueño de uno de los gimnasios más exclusivos de Reynosa y proyecta poner una cadena y expandirse en el Valle de Texas.
Recursos económicos los tiene, es un hombre millonario cuya fortuna creció y se enriqueció a la sombra de la sospecha, bajo uno de los cánceres que su jefe el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR dice atacar.
JR, le dicen más por ser un junior que por las primeras letras de su nombre, es el propietario de los gimnasios Stay Fit, por lo que suponemos que debía conocer algo del negocio antes de iniciarlo, pero no se le nota en el físico, más bien parece que no se cuida, no va más allá de no comer las comidas con grasa que tanto rechaza en sus recorridos por Tamaulipas en su calidad de coordinador de delegaciones del Gobierno Federal.
El reynosense debe entender que lo más importante en todos aquellos asiduos asistentes de los gimnasios y que aman hacer deporte es combatir la grasa, terminar con la gordura, pero mantener y hacer crecer el de músculo. Ese es el objetivo que persiguen los hombres y mujeres fitness, no hacen aparatos para engordar.
Con este conocimiento quizá debió recomendar medidas que se pusieran en marcha en Tamaulipas, pero al menos en esta elección se hizo todo lo contrario y adelgazó la estructura de las delegaciones a su mínima expresión, buscando quitar grasa se llevó el músculo político que todos los gobiernos federales tenían para operar en las entidades.
Le confiaron la entrega de becas para operar, pero ni eso pudo hacer eso bien, JOSÉ RAMÓN no pudo cumplir con la responsabilidad que le encomendó su jefe, el presidente y el padrón de beneficiarios no creció, a pesar de contar con un costal de promesas e ilusiones para repartir por toda la entidad.
Mintió, muchas becas no llegaron, otras ni siquiera sé anotaron y algunas de las prometidas se perdieron en el camino y otras atoradas por denuncias electorales.
El cargo le quedó grande, la yegua no la pudo montar, JOSÉ RAMÓN se quedó enano para ese cargo de súper delegado, en esta elección estatal demostró su real valía. Con todos los recursos perdió, no fue el único hubo otros líderes que se fueron con él y quizá también se fueron en el caño de los perdedores.
Morena y el gobierno federal perdió su músculo político, ni modo que aleguen trampa, cuando ellos tuvieron a su disposición los recursos de la Federación que se reflejaban en becas, pero que no llegaron a las manos adecuadas, la votación se perdió.
Si MORENA y el gobierno federal realmente quieren avanzar debe cambiar operadores y dar marcha atrás a una política absurda, que trajeron mala atención en hospitales, caos en delegaciones, contingencias ambientales y caos en todas las áreas.
Los cambios deben darse si Morena no quiere perderse en el futuro, por lo pronto sus líderes y candidatos demostraron su inutilidad total.
El golpe fue duro para su capitán JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, después de la elección terminó deprimido, triste y confundido, su estado de ánimo cayó tanto que puede hoy ser víctima de las sectas coaching.
Los primeros síntomas ya los demostró, subió un pensamiento en su perfil personal de Facebook:
“Creo firmemente que casi todo es actitud. No se trata de lo que ocurre, si no como lo afrontas”.
Con ese estado de ánimo el JOTA JOTA, como también le apodan, se encuentra vulnerable, no tiene problemas económicos, es millonario, pero la imagen de perdedor no se la quita. Lleva tres al hilo y busca la manera de afrontar sus tres caídas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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