Es por demás insistir en esta tribuna invitando a la gente a no prenderle fuego al
zacate y arboleda que hay a orillas de la carretera, pues la gente no hace caso, razón por la cual no hay de otra que meter a la cárcel y cobrar onerosas multas a quien sea sorprendido en estas acciones, pues ya se pasan de la raya, al grado que ha habido uno que otro accidente sin descartar los daños que ocasiona a particulares y automovilistas.
En fin, por algo o alguien habrá qué principiar.
Los tiempos, costumbres y formas de pensar han cambiado bastante, pues oiga usted, tengo por hábito ir a la plaza de mi pueblo a platicar un rato con la gente, pero cuando así lo hago generalmente la encuentro prácticamente sola y los únicos que le dan señales de vida son las aves que gustan de volar de árbol a árbol y uno que otro paisano que gusta de sentarse en una banca hasta que se cansa y así como llegó se retira para su casa, pues la noche se acerca y es tiempo de ir a dormir o ver un rato la televisión, pues diversión no la hay, salvo uno que otro juego infantil donde gusta la niñez jugar un rato, una parejita de novios que dan la vuelta por los andadores y uno que otro adulto que gusta de recordar aquellos tiempos de su juventud, pero de ahí para adelante nada que hacer, razón
por la cual hemos insistido para que la autoridad civil autorice la instalación de puestos o refresquerías en su entorno, como se hacía antes, se ofrezcan serenatas ya sea frente a la alcaldía o en el viejo kiosco de la plaza; en fin, hace falta alegrar el ambiente con grupos musicales donde la familia pueda sanamente distraerse y olvidar la diaria rutina.
Antes daba gusto ir a la plaza, sentarse en una refresquería, tomarse un licuado, una raspa o un refresco dulce y darle vuelo a la alegría, o en su defecto asistir al Cine Reforma de don Ramón Gómez Mier a ver los éxitos de Pedro Infante, Pedro Armendáris, Luis Aguilar, Cantinflas, Lola Beltrán, La Torcasita, El Piporro, Tin Tan y su carnal Marcelo, en fin toda una gran variedad de películas y artistas que eran las estrellas del momento.
Y para el feliz comentario del día el pleito habido entre don Ramón Gómez Mier y Gregorio Morado que se peleaban la clientela ofreciendo hasta tres películas en cada función y episodios de El Santo, Blue Demon, La Llorona y otras romanticonas de aquellos tiempos, lo que trae a nuestro recuerdo las veces que ambos empresarios se tumbaban las pantallas uno al otro o al revés volteado con el propósito de ganarse la clientela.
En fin, eran otros tiempos aquellos que no regresarán.
Para darle un alegre final a la tribuna de este día permítanme referirles una graciosa anécdota, contada por mi excelente amigo Darío Martínez Osuna. Y dice así:
“Un gobernador de Chihuahua quiso cerciorarse del clima que prevalecía en los
espíritus de sus gobernados y para el caso se fue de incógnito a una cantina famosa.
Estando ahí, se puso a escuchar las conversaciones y acabó por invitar a un parroquiano borrachín, a quien le preguntó: “Aquí en confianza, amigo ¿Qué opina del gobernador?”.
Shsss… le contestó con gran misterio el interpelado, al tiempo que se ponía de pie y le hacía un ademán para que lo siguiera.
Cuando ambos hubieron entrado al mingitorio el borrachín se cercioró de que estaban solos y entonces habló:
“Mire usted, soy partidario del señor gobernador, pero que no nos oigan los demás
porque nos linchan”.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.