CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos, sumado a la situación que ya se vive en la frontera, configuran una tormenta perfecta para las principales ciudades fronterizas de Tamaulipas, donde actualmente se estima que hay 4 mil extranjeros “varados”, en espera de que recibir asilo del otro lado del Río Bravo.
A esa cantidad, se suman los 5 mil deportados mexicanos que por mes envía Estados Unidos a través de los puentes internacionales tamaulipecos y otros 3 mil migrantes que se encuentran en tránsito desde el sur y que arribarían al estado en las próximas semanas.
A esas 12 mil personas que deben ser atendidas, se sumaría otro número considerable porque gracias al pacto firmado por los dos gobiernos, se incrementaría el número de personas que son enviadas a México desde Estados Unidos.
Según información publicada por el Washington Post, durante las últimas semanas cada día el gobierno estadounidense ha mandado a territorio mexicano a 250 personas que se encuentran tramitando su asilo.
Esta cifra podría incrementarse hasta mil personas por día, que forzosamente tendrán que ser recibidas por las autoridades mexicanas y podrán permanecer aquí hasta que se concluya su trámite, lo cual podría llevarse varios meses.
La cantidad de migrantes que llegan todos los días a la frontera entre México y Estados Unidos no se había visto en la historia contemporánea.
En un sólo mes -mayo- la patrulla fronteriza detuvo a 144,000 indocumentados, la mayoría en el Valle del Río Grande. Según sus estimaciones, el año podría culminar con más de 1 millón de detenciones.
Las autoridades mexicanas también admiten que se disparará el número de migrantes que lleguen a la frontera.
El director de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva estima que tras el pacto, el número de migrantes devueltos por Estados Unidos mientras esperan una respuesta a su solicitud de asilo en ese país llegue a 60 mil al cierre de agosto.
“Son (alrededor de) 10 mil ahora y que al cierre de agosto, según lo que estaba reportando el Instituto Nacional de Migración (INM), llegaremos a 60 mil al cierre de agosto, pero claro, esto va acumulándose”, señaló tras asistir a un evento de la Segob.
Según datos del INM, hasta el 8 de junio sumaban 11 mil 37 personas originarias de Centroamérica que esperan en México.
A través del programa conocido como Protocolos de Protección del Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) que arrancó el 29 de enero, el INM, por razones humanitarias, recibió al primer centroamericano devuelto por Estados Unidos.
Ramírez adelantó que el Gobierno federal podría instalar un comité en el que participen distintas dependencias, para definir y coordinar las necesidades específicas que implican los acuerdos bilaterales en la materia.
Advirtió que, debido al lento proceso de los juicios migratorios en Estados Unidos, podría darse el caso de que un porcentaje de los centroamericanos devueltos se cansen de esperar y soliciten la condición de refugiado en México.
Ciudades saturadas
Actualmente, las ciudades de Tamaulipas más saturadas por la llegada de migrantes son Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros. Al menos los ediles de Reynosa y Nuevo Laredo han mostrado su malestar por el acuerdo tomado a nivel federal y piden que se les destinen más recursos para poder atender a las miles de personas que se encuentran en sus municipios.
La mayoría de los extranjeros provienen de Centroamérica, Cuba, África y Venezuela.
Maki Ortiz Domínguez, Presidenta Municipal de Reynosa, ha sido la más insistente. En su ciudad se encuentran actualmente más de 1,500 migrantes, quienes según su opinión, estarían en posibilidad de trabajar mientras esperan que se defina su situación.
“Mientras los migrantes estén en nuestra frontera o seguiremos cargando el costo los municipios?”, cuestionó.
Reprochó el hecho de que en el acuerdo no se hayan pactado los tiempos para resolver las solicitudes de visas en Estados Unidos y la permanencia de migrantes en el lado mexicano.
También el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas se mostró crítico del trato hecho por los gobiernos de México y Estados Unidos.
De entrada dio a conocer que invitará a una comisión de Diputados Federales para que recorran los albergues, y observen de primera mano los gastos que se realizan, los apoyos que se entregan todos los migrantes y la crisis que se gesta en su ciudad.
Nuevo Laredo junto a Piedras Negras, Coahuila, son las dos ciudades fronterizas a donde han llegado la mayor cantidad de migrantes africanos, una presencia inédita en la región.
Rivas cuestionó la falta de recursos
“Tenemos que ver cómo le hará o cómo ayudará, porque hasta la fecha no existe una partida presupuestal específica para esto, están los canales abiertos. Buscamos que acudan y vean cómo hacer frente a esa situación que es de índole federal pero que el gobierno municipal no puede estar ajeno”, agregó.
Recientemente, se informó que el Gobierno federal se comprometió a construir dos refugios, precisamente en las ciudades de Nuevo Laredo y Reynosa.
En el caso de Matamoros, los responsables de los albergues también han señalado en repetidas veces que sus instalaciones se encuentran saturadas y no cuentan con los recursos necesarios para atender a los migrantes que siguen llegando.