18 diciembre, 2025

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Una Nueva R(D)enuncia

El paquete fiscal que habrá de presentarse el próximo 8 de septiembre es crucial. A lo largo de 2019 el superávit primario se ha mantenido gracias a duros recortes. La pregunta es: ¿podemos mantener para 2020 el superávit del uno por ciento?

El pasado martes 9 de julio, Carlos Urzúa, quien se desempeñaba como secretario de Hacienda y Crédito Público en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, renunció.

La decisión impactó de manera inmediata al peso mexicano, mismo que, tras abrir estable sobre niveles de 18.92 pesos por dólar, llegó a los 19.12 pesos por dólar. Sólo la inmediata designación de Arturo Herrera, como nuevo secretario de Hacienda, logró detener los efectos por la renuncia del titular de las finanzas públicas.

El titular de Hacienda, por medio de su cuenta de Twitter publicó: “En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento…Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda”. Posteriormente, en entrevista publicada por Proceso, profundizó en estos temas.

La relevancia del encargo, así como la profundidad de lo redactado por Urzúa, exigen hacer una lectura minuciosa del contexto en que el exsecretario toma esta decisión, y las señales de alerta que están encendidas en materia económica.

La correduría Bank of America-Merrill Lynch recientemente publicó que, debido a políticas internas y factores externos, la economía mexicana habría entrado en una recesión. Según este documento, son cinco los factores que están detrás del débil desempeño de la economía mexicana: 1) la zozobra internacional; 2) la incertidumbre sobre las políticas internas de AMLO y su implementación; 3) una política fiscal ajustada de Hacienda; 4) la política monetaria restrictiva del Banxico, y 5) la caída en la producción de Pemex.

En la entrevista, Carlos Urzúa critica como una política sin suficiente sustento la construcción de la refinería de Dos Bocas, en lugar de promover otras inversiones más rentables. “Otra de mis diferencias tiene que ver con el plan de negocios de Pemex… Se puede sanear la situación de la empresa en tres años. Sin embargo, eso sólo será posible si evitamos proyectos como el de la refinería y nos abocamos de manera intensiva a la exploración y producción de crudo”.

Lo anterior es preocupante, pues en los próximos días se espera que Pemex publique su nuevo Plan de Negocios y quienes tienen bonos de la petrolera, así como las agencias calificadoras, desean ver una empresa orientada a maximizar su utilidad, para garantizar el repago de dichos instrumentos de deuda. Si estos agentes no toman confianza en la propuesta, es previsible una pérdida en la calificación de la empresa y un posible impacto en la calificación de la deuda soberana.

Urzúa también dijo que “de AMLO le preocupa el equilibrio que pueda mantener el actual gobierno. No es sencillo tener balance presupuestal y al mismo tiempo muchos programas sociales”.

El paquete fiscal que habrá de presentarse el próximo 8 de septiembre es crucial. A lo largo de 2019 el superávit primario se ha mantenido gracias a duros recortes. La pregunta es: ¿podemos mantener para 2020 el superávit del uno por ciento? En un contexto de bajo crecimiento, con menor recaudación fiscal y con altos gastos derivados de los nuevos programas sociales, ¿será posible mantener un paquete superavitario que sea creíble?

Por último, las recientes declaraciones del Departamento de Estado de Estados Unidos abren una alerta adicional, toda vez que en su reporte sobre el clima de inversiones, señalan: “Las decisiones emprendidas por la administración de AMLO, de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, el recorte a salarios a nivel federal, la cancelación de las subastas energéticas, además de los problemas de inseguridad, corrupción y ejecución de contratos siguen siendo factores que elevan el costo de hacer negocios en México”.

Igual que la carta de Germán Martínez en el IMSS, la renuncia redactada por Carlos Urzúa contiene una dura denuncia sobre situaciones que, desde su punto de vista, no funcionan correctamente en el área económica de gobierno. Sus dichos, junto con los de otros actores relevantes, marcan focos amarillos que deben ser atendidos de inmediato. Es necesario que el nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, escuche estas señales, las atienda y corrija. Es necesario también que su jefe lo escuche a él.

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