ESTADOS UNIDOS.- Los casos de personas infectadas con una bacteria come-carne se extienden por EEUU. California, Florida y Texas son algunos de los estados donde se han registrado contagios de estreptococos conocidos popularmente como “come-carne”, debido a la forma en que infectan los músculos.
En general, estas bacterias que se encuentran en el suelo y el agua de ríos y mares, ingresan al cuerpo a través de una herida, un rasguño, una quemadura o incluso un moretón en la piel. Infectan las células con gran velocidad y provocan fascitis necrosante, una infección que se propaga tan rápido que una de cada tres personas que la contraen, mueren. La cirugía para retirar el tejido infectado y el tratamiento con antibióticos son medidas que deben tomarse de inmediato.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la mayoría de los casos de fascitis necrosante son causados por estreptococos del grupo A. Los primeros síntomas incluyen enrojecimiento o inflamación en un área de la piel, dolor intenso y fiebre que empeoran hasta convertirse en úlceras o manchas negras que secretan pus.
Aunque se trata de una infección poco común, es sumamente peligrosa, pues puede llevar a un shock orgánico (septicemia) que produzca la muerte en unos cuantos días. Las personas con sistemas inmunológicos comprometidos, como enfermos de diabetes, cirrosis, riñones o cáncer, son especialmente vulnerables.
Casos recientes
Si bien se considera una enfermedad rara, este verano se han registrado varios casos de fascitis necrosante en diferentes estados de EEUU.
En junio pasado, Adam Pérez, de 42 años, se infectó al hundir sus pies en el agua cerca del parque Waters Edge en el centro de Corpus Christi, en Texas. Cuando su pierna y su pie derecho comenzaron a hincharse hasta formar una ampolla gigante, corrió a emergencias donde le recetaron antibióticos y fue sometido a cuatro cirugías para remover la carne infectada de su pierna.
A mediados del mismo mes, Kylei Brown, de 12 años, contrajo la bacteria durante sus vacaciones familiares en playas de Florida. La menor sufrió tres cirugías para combatir la infección y aún se encuentra en recuperación.
Durante el fin de semana del 4 de julio, Noelle Guastucci, una mujer de San Diego enfermó de fascitis necrosante sin haber tenido contacto con agua, por lo que la forma en que se contagió es un misterio. Su pie izquierdo comenzó a hincharse y desarrolló una erupción en unos cuantos minutos. Ante el dolor insoportable, acudió al hospital donde fue diagnosticada. Pasó 12 días en el hospital sometida a fuertes antibióticos que funcionaron exitosamente gracias a su rápida reacción.
Lamentablemente, Gary Evans, de Texas, no corrió la misma suerte que Guastucci. Se infectó con la bacteria come-carne el mismo fin de semana del 4 de julio durante su visita a playa Magnolia y murió cuatro días después a pesar de los antibióticos y la cirugía que se le practicó. Tenía 56 años y un buen estado de salud.
El mismo día que murió Evans, Ricky Rutherford acudió al hospital luego de sufrir inflamación en la parte interna de su muslo derecho, así como fiebre y cólicos. El 6 de julio había hecho kayak con su familia en el río Tennessee, en Alabama. Los médicos le extirparon una porción de 5×6 pulgadas de su muslo y le recetaron antibióticos. Su familia ha compartido en Facebook actualizaciones sobre el estado de salud del hombre que aún lucha por su vida.
La semana pasada Amanda Edwards, de Virginia, pasó 10 minutos en el agua durante su visita a la playa Ocean View de Norfolk. Su pierna izquierda comenzó a inflamarse hasta que finalmente la chica no pudo caminar. Los médicos le extirparon parte de la piel y le dieron antibióticos. La mujer ignoró un aviso en la playa sobre el aumento de bacterias en el agua.
De hecho, las autoridades de salud del estado de Virginia han advertido ya sobre los casos de personas infectadas por esta bacteria en esa entidad: en lo que va del año se han registrado una muerte y nueve personas enfermas, y esperan un aumento de cifras en este verano. Instaron a las personas a evitar comer mariscos crudos o a meterse al agua salada o salobre si tienen heridas en la piel o sistemas inmunológicos comprometidos.
Con información de Diario NY