Algo está pasando y algo muy interesante desde el campus Monterrey del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITESM), lo que bien merece replicar ese modelo en otras zonas urbanas de México, sobretodo la visión transformadora para darle la vuelta a la inseguridad pública que padece el país entero. El 19 de marzo de 2010 una balacera confundió –dicen- a elementos del Ejército Nacional acabando con la vida de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo; casi una década después en esa zona no subieron las rejas, sino las bajaron para dar el libre paso al nacimiento del Distrito Tec.
Propios y extraños se han maravillado de las reconversiones urbanas que han sufrido colonias en la Ciudad de México, que van desde la Roma -afamada internacionalmente gracias a la película de Alfonso Cuarón-, la Condesa, o en proceso la Doctores donde Netflix realizó su gala para ver la premiación de los Oscar para todo el staff de la galardonada película. Esas remodelaciones se dieron por un concepto de intervención social conocido como “gentrificación” que es la transformación de un espacio urbano deteriorado o en declive. ¿Cómo cambian la vidas de esas comunidades? Hace 47 años nací en la Gustavo A. Madero, tiempos en lo que era extremo pasar por la Doctores, recientemente no solo viví en ese sector, sino que ahora el boom inmobiliario provoca atraer hasta turistas a esa otrora zona peligrosísima.
Distrito Tec en su dimensión correcta no es una gentrificación, pero sí resulta parecido a la gentrificación en lo socioamigable con su entorno. Aplicado por primera ocasión en México, el campus Monterrey replica lo que han realizado otras instituciones como Stanford, Boston, MIT y Harvard, buscando salir para abrazar a la comunidad. Recuerdo que vivir en los departamentos multifamiliares de la colonia Tec, era como estar en otra realidad muy ajena al entorno que yo vivía adentro del ITESM; hoy, este concepto integra el espacio privado al espacio público, generando un alto valor social del porqué está ahí enclavada esa universidad.
Si bien, las 24 colonias asentadas alrededor del Tec de Monterrey no estaban deterioradas o en declive social como para merecer una gentrificación, su tendencia natural del tiempo era fenecer junto con los ideales familiares de sus fundadores. Nace Distrito Tec en 2012 y con ello es notoria su buena aportación a la comunidad, con parques de bolsillos, “calles completas”, bueno hasta ahora se puede cruzar tranquilamente a pie por la rotonda Garza Sada.
Como todo proceso de cambio tiene sus resistencias -que provienen de algunos colonos que están en contra de esta transformación-, una resistencia pone en evidencia que el ITESM debe articular estrategias de comunicación política (qué no es un asunto exclusivo del área de prensa) para desarrollar fuertes sinergias con los colonos (qué no solo son talleres polémicos de drag queen), va más allá de eso. Aun así, es un excelente modelo para replicar al Distrito Tec en otras universidades con problemas sociales e inseguridad de sus vecindarios. ¿Y tú, qué opinas?