CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Los problemas de migración ilegal, legal o por deportaciones es un problema que persiste en los municipios de la frontera como Matamoros, lo mismo que el racismo en entidades fronterizas de Estados Unidos que ponen en riesgo a ciudadanos mexicanos.
Mario López, Presidente Municipal de Matamoros en entrevista dio a conocer que los recursos para solventar la llegada de migrantes son insuficientes, en el caso particular de Matamoros, dijo que hay unos 700 migrantes en proceso legal que buscan la visa humanitaria de Estados Unidos, de los cuales unos 500 son originarios de Cuba, pero también hay centroamericanos, venezolanos y peruanos entre otras nacionalidades.
“Los recursos no son los suficientes, hay que reconocer que cada deportado genera un costo de 30 a 60 pesos diarios, hablando de salud, manutención, cobertores, seguridad, instalaciones”.
El apoyo se da a través de cinco albergues que operan con apoyo de la sociedad civil, de iglesias y del mismo Ayuntamiento, “tenemos cinco albergues”, para atender los tres fenómenos migratorios en la ciudad.
Una vertiente son los migrantes que llegan de forma legal bajo el estatus migratorio de asilo político en Estados Unidos, la segunda vertiente es la migración ilegal, en donde se busca llegar por cualquier modo al vecino país del norte y la tercer vertiente tiene que ver con las deportaciones.
“Tenemos la deportación que es en cantidades pequeñas, pero estamos en estado de previsión porque se puede dar una deportación fuerte” esto debido a las políticas migratorias de Estados Unidos.
En relación a los hechos de racismo en donde ciudadanos americanos realizan tiroteos para matar a migrantes, en donde mexicanos han perdido la vida, reconoció que esta es una práctica común en estados del sur de Estados Unidos.
Aunque dijo que no tiene detectados actos de racismo en la ciudad vecina de Brownsville, Texas, advirtió que se dan más en el lado de Arizona y desde Chihuahua hasta Baja California.
“Eso no es novedad siempre ha existido el racismo por parte de Estados Unidos, pero se ha estado acentuando”, dijo tras aceptar que cada acto violento pone en riesgo a ciudadanos mexicanos o tamaulipecos que están en el vecino país del norte.