La Síndica de Ocampo, Antonia Pardo Alonso, denunció ante el Ministerio Público al alcalde y tesorero del municipio, José de Jesús Avalos Puente y Alfredo Budhart Guerrero por los delitos de Falsificación y Uso de Documentos Públicos y Privados, Tráficos de Influencias, Cohecho. Enriquecimiento Ilícito y Peculado.
La edil Pardo Alonso, presenta como un CD que contienen las Pólizas de Ingresos y de Diario, que son las pruebas fehacientes de la corrupción que impera en aquel municipio que controla un funcionario de la Secretaria General de Gobierno.
Se habla que un funcionario menor de la misma Secretara, cobra a través de terceros un promedio de diez mil pesos mensuales. Ahí están las facturas como pruebas.
La denuncia fue presentada también ante la Fiscalía Anticorrupción, con copias para la Comisión de Cuenta Pública del Congreso del Estado, para la Auditoria Superior del Estado y para la Contraloría del Estado, que ante tanto olor a corrupción, se han convertido en “Los Payasos de las Cachetadas”.
¿Cómo que por qué le llaman Los Payados de las Cachetadas?
¿Qué acaso los ex alcaldes y actuales munícipes y funcionarios no se ríen de ellos?
Mire Usted, carísimo lector, la mayoría de los compañeritos alcaldes llegaron con las uñas largas y a los pocos meses de su administración ya tienen las manos sucias “de tanta pinche transa”, como dice el presidente López Obrador.
Las autoridades como el señor Jorge Espino Ascanio de la Auditoria Superior del Estado, y el Contralor Mario Soria Landeros, “no ven, no oyen, y están mancos”.
La ASE, entregó al Congreso 156 cuentas públicas del ejercicio fiscal 2017 y 23 más del 2018 y el monto observado de estos informes ascienden a 1,500 millones de pesos.
¿Y saben cuántos pillos encontrarán? A ninguno, salvo que encuentren operadores políticos para las próximas elecciones..
Y un ejemplo ello, son esos pájaros de cuenta de Juan Andrés Castro y Toño Láminas, ex alcaldes de Tula. Todos los ciudadanos en edad de pensar y de votar y hasta todos los perros, burros y güeyes del pueblo, saben que estos tipos con los bolsillos llenos dineros que no eran suyos, no pueden esconder las manos manchadas de tanto saquear al erario municipal, las uñas, se las podaron varias veces como los gavilanes, hasta el último día de sus administración.
Y a eso que llaman actual alcalde de Tula, Lenin Corona, ha renunciado tres veces, sin saber que ese tipo de cargos son irrenunciables, salvo que solicite permisos por enfermedad o demencia, aunque lo último si lo puede justificar.
Y entones, de nada sirve el repudio de la ciudadanía, las denuncias, las protestas públicas, si los encargados de señalar los actos de corrupción y castigar esas fechorías, responden con un silencio punitivo y hasta cínico y burlón.
Y así será el final de la historia de la denuncia de la Sindica de Ocampo, quien con pruebas en la mano, denuncia la corrupción del alcalde y su Tesorero.
¿Qué tanto tiene que ver la Secretaria General de Gobierno en estos municipios?
En fin, que entre los ediles municipales y las autoridades de supervisar la transparencia de los recursos económicos existe una relación de “manos sucias y uñas largas contra oídos sordos, ciegos y mancos”.
MAESTROS VIOLADORES
El líder de la Sección XXX, Rigoberto Guevara Vázquez y el 90 % de su Comité, violan el artículo 78 de la Ley General del Servicio Profesional Docente:
“Las personas que decidan aceptar el desempeño de un empleo, cargo o comisión, que impidan el ejercicio de su función docente, de dirección o supervisión, deberán separarse del servicio, sin goce de sueldo, mientras dure el empleo, cargo o comisión”.
La mayoría de los integrantes del Comité siguen percibiendo las prestaciones laborales, sueldos y pensiones de sus plazas.
Casi todos están cobrando sus claves presupuestales.
Y es otro caso de que las autoridades se hacen de la vista gorda ante los usurpadores de plazas que otros si necesitan
Y el COMERCIAL para los turistas que visitan al pueblo Mágico de Tula, disfruten de los Ricos antojitos de la Lonchería San Rafael, donde se cocina con aceite Nutrioli, se guisan huevitos de gallinas desestresadas, carne de cerdos y cerdas alimentadas con granola aristocrática y corte de res de vacas ninfómanas, además de sesos lampreados de reses cultas e inteligentes, y tuétanos de lo más deliciosos, así como cuando se es día de quincena.