CHINA.- Al lado de la cama de hospital en la que Xiao Yu, un nene chino de ocho años, sufre una descompensación cardíaca, médicos y enfermeros están sentados en fila. Son un equipo de treinta profesionales de la salud y esperan su turno para practicarle maniobras de resucitación cardiopulmonar: cada turno dura entre uno y dos minutos. En total, realizan las maniobras durante cinco horas. Son más de 30.000 compresiones en el pecho del nene para mantenerlo con vida.
Ocurrió el viernes pasado en el Hospital de Niños de Changzhou, al este de China. Xiao Yu había sido internado la noche anterior: tenía fiebre alta y un dolor agudo en el estómago. Algunas horas después, padeció una descompensación cardíaca que trajo novedades: le diagnosticaron miocarditis fulminante y lo trasladaron a terapia intensiva.
La miocarditis, una infección del tejido muscular que rodea el corazón, causa insuficiencia cardíaca de forma muy aguda y rápida. Por eso, aunque los médicos lograron estabilizarlo en principio, luego el nene sufrió arritmias y descenso abrupto de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
La miocarditis, una infección del tejido muscular que rodea el corazón, causa insuficiencia cardíaca de forma muy aguda y rápida. Por eso, aunque los médicos lograron estabilizarlo en principio, luego el nene sufrió arritmias y descenso abrupto de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
Según el portal China Daily, los turnos duraron no más de dos minutos, ya que las maniobras son cansadoras para quienes las ejecutan, y si se aplican sin la fuerza suficiente pueden resultar ineficientes. Fueron cinco horas de resucitación cardiopulmonar, lo que implicó que, en total, se llevaran a cabo más de 30.000 compresiones en el pecho del nene.
Zuo Guojin, médico del hospital en el que internaron a Yu, dijo al portal chino que la miocarditis produce síntomas severos de evolución muy rápida y que su mortalidad es alta si no se atiende con mucha velocidad.
“La RCP salva vidas”, dijo a Clarín el médico Jorge Bombau. Su hijo Beltrán, de 14 años, murió en 2014 en el Club de Amigos durante una práctica de Educación Física coordinada por el colegio Palermo Chico, del que era alumno. Desde entonces, Bombau concientiza a través de campañas y de las redes sociales sobre la importancia de que la sociedad aprenda a ejecutar maniobras de resucitación y de “cardioproteger” edificios públicos y privados, entre otras iniciativas.
“Nunca escuché algo como esto”, aseguró Bombau, en referencia a las maniobras ejecutadas durante unas cinco horas en China. “Pero en un hospital, donde además de las maniobras, se puede tener al paciente con suero, con oxígeno, con medicación, con el paciente intubado, puede resultar exitoso”, agregó.
“Estamos desesperados por salvar cada vida joven que está en riesgo con todos nuestros esfuerzos. El mundo no es tan terrible porque los amamos en silencio”, publicó en el mensajero instantáneo WeChat uno de los médicos que participaron en las maniobras de RCP de Yu. La palabra “héroes” resonó en los comentarios de los portales web del país asiático a medida que la noticia se viralizó. “Gracias, doctores y enfermeros. Les deseo buen karma”, escribió un usuario.
“En la bibliografía médica hay casos de hasta 45 o 50 minutos de maniobras de RCP, pero no hay un protocolo que tenga que ver con el tiempo, sino con el paciente en particular”, explicó Bombau. “Cuando un paciente entra en paro, existe sangre oxigenada en el resto del organismo. La RCP es un sustituto de la función cardíaca, que hace circular esa sangre oxigenada para que llegue al cerebro, a los riñones y al corazón”, sumó.
Más allá del soporte tecnológico con el que contaba el equipo médico que atendió a Yu —lo que, según Bombau, permitió sostener las maniobras durante tanto tiempo—, el médico argentino sostuvo: “La cadena de supervivencia es fundamental. Cuando una persona no reacciona, no tiene pulso y pierde el conocimiento, se trata de un paro cardiorrespiratorio hasta que se demuestre lo contrario. Hay que llamar a los servicios de emergencia mientras se inician las maniobras de RCP. Y si se está en un lugar cardioprotegido, es importar saber usar el desfibrilador”.
“Cada vez hay más gente acercándose a los centros en los que se enseñan esas maniobras. Si se actúa durante los tres o cuatro minutos iniciales, hay un 85 por ciento de probabilidades de supervivencia. Esas probabilidades bajan a cero si no hacés absolutamente nada”, definió Bombau.
Los médicos de Yu optaron por las maniobras y lo sostuvieron con vida: sigue internado pero ya cuenta con la asistencia tecnológica que llegó desde Shanghái.
CON INFORMACIÓN DE CLARÍN