PUEBLO VIEJO, VERACRUZ.- Gracias a la intervención de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer, del Sistema DIF Municipal, dos menores que se encontraban en entornos de riesgo en su integridad física y emocional, fueron puestos a salvo ya que en uno de los casos la madre es adicta a la marihuana y en otro la progenitora se prostituía en su vivienda.
El licenciado Gustavo Vargas Trujillo, titular de la dependencia manifestó que por parte de familiares de las pequeñas de 5 y 4 años de edad, se logró detectar el caso de una menor en Mataredonda , donde una pequeña estaba a cargo de su madre la cual es adicta a la marihuana, lo que la exponía a diversos riesgo por los estados que genera este enervante.
Por fortuna al establecer contacto con la mujer, esta aceptó su adicción y entregó a la niña a su padre para que este la tuviera bajo su protección, mientras ella atendía su proceso de rehabilitación y en dado momento poder hacerse cargo de su hija sin exponerla a malos tratos.
En otro caso que consideraron más grave es el de una menor de 4 años que estaba a cargo de su madre, la cual se dedica a la prostitución utilizando su domicilio para tener relaciones sexuales con sus clientes, esto sin considerar la presencia de la pequeña que era expuesta sin número de riesgos, tanto a nivel físico y emocional al presenciar los encuentros íntimos.
Familiares reportaron el caso y pidieron la intervención debido al temor de que la pequeña fuera atacada sexualmente por alguno de los hombres que ingresaba a la casa, la situación no fue fácil ya que la fémina no admitía el riesgo en que tenía a la pequeña, pero al final esta fue entregada a sus familiares en espera de que la madre cambie su estilo de vida.
Destacó que en ambos casos se optó por actuar pronto antes de que se presentara algo grave a las pequeñas y la dependencia pudiera caer en omisión de haber conocido los casos sin hacer nada al respecto