En México se siguen rompiendo todos los récords de inseguridad, el panorama económico nos pinta desolador negro, miles de jefes de familia se han quedado sin empleo, miles de enfermos padecen la falta de medicamentos en el sistema público de salud, aún con todo ello, según el Presidente Andrés Manuel López Obrador el pueblo está feliz, no solo feliz, sino feliz, feliz, feliz.
Así es mis queridos boes, no, no vayan a creer que AMLO se estaba burlando el lunes que festejaba que el pueblo está feliz, en realidad lo cree, en su mundo muy particular la felicidad tiene un significado distinto.
No recuerdo si ya les había comentado que no son pocos los que al interior de la estructura federal de la 4T han comenzado a cuestionar muy en privado, casi en secreto sobre el estado mental del presidente y cuando uno le escucha el diagnóstico del ánimo del pueblo mexicano hasta argumentos nos da para sumarnos a los que dudan de la cordura del inquilino del Palacio Nacional.
Y es que el lunes cuando fue cuestionado sobre las manifestaciones violentas de mujeres en la CDMX que causaron destrozos y agredieron a periodistas, el de Mascupana soltó su diagnóstico:
“Se dan estos casos (las manifestaciones recientes), pero en general, lo voy a decir, hasta se los adelanto, en mi informe. El pueblo está feliz, feliz, feliz, hay un ambiente de felicidad, el pueblo está muy contento, mucho muy contento, alegres. Entonces, no hay mal humor social”, dijo.
Obviamente nada sustentó sus dichos, porque para AMLO no hacen falta datos, basta con que su boca lo decrete para que en esa burbuja en la que habita parezca que suceden las cosas.
Pero en verdad si López Obrador se viera todos los días en las mañaneras, lo que vería seria un rostro de amargura, cansado, fastidiado, enojado y emanando odio y rencor contra el pasado.
Si se viera y escuchara todos los días descalificando a sus adversarios políticos, a los ‘conservadores’ a la prensa, a los organismos autónomos, a la Iniciativa Privada, a los partidos políticos, menos a MORENA, AMLO no vería a un presidente feliz, ni a un gabinete feliz, sino todo lo contrario.
Encontraría rostros infelices, preocupados, hartos o frustrados, porque pese a la historia ficticia que buscan construirse está la cruel realidad que indica que las cosas no van bien, sino de muy mal a pésimas.
Tan mal vamos, porque si bien López Obrador es el capitán, todos vamos en el mismo barco, que hace unas semanas festejaba que el país había crecido el ‘Cero punto uno por ciento’; es decir nada, nada de nada.
Tan mal vamos que el dólar ayer y antier superó los 20 pesos y la Bolsa Mexicana de Valores ligaba pérdidas por más de una semana.
Tan mal vamos que solo en el mes de julio la generación de empleos cayó el 69% respecto al mismo mes del año pasado, según datos, no de la prensa fifi, no del conservadurismo, sino del IMSS al pasar de 54 mil 669 a 16 mil 713.
Tan mal vamos que de Enero a Julio en México la suma de muertos de manera violenta alcanzó 17 mil 164, cifra 3.2% mayor al mismo periodo del 2018 que ha sido el año más violento desde 1997 que se comenzó a medir la inseguridad.
Tan mal estamos que el primer mes de optaciones de la Guardia Nacional con estadísticas sobre violencia, indica que fue de 4 mil 079, el segundo mes más violento del año y ya con la Guardia Nacional operando con más de 58 mil elementos desplegados.
Tan mal vamos que en julio se incrementó 50% el número de víctimas de secuestro en el país respecto a junio, según datos de las Fiscalías Estatales dados a conocer por el organismo Alto al Secuestro.
¿Cómo puede el pueblo de México estar feliz, feliz, feliz con todos esos datos, como asegura el Presidente López Obrador?, ¿quién le asesora antes de las mañaneras?, ¿qué evaluación harán todos los días luego del disparate o los disparates diarios?, ¿alguien se atreverá a decirle que el pueblo no está feliz, feliz, feliz?.
Y reiteró que no hay felicidad ni siquiera entre todos los morenistas, basta veros tirarse a matar unos con otros por el control del Senado, tirarse a matar por el control de la dirigencia nacional.
Insisto, alguien tiene ya que regresar al presidente a la realidad, a la del México violento, al borde de la recesión, al del desempleo y el futuro incierto, cruel pero nuestra realidad, fingir demencia como lo hace todas las mañanas nos llevará con él si, al despeñadero. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong