Aceptando, sin conceder, que los funcionarios, que acompañan en el gabinete federal, legal y ampliado al presidente Andrés Manuel López Obrador, son probos e incorruptibles, que moralmente son los más aptos para componer el rumbo de la mancillada nación, debemos reconocer que aún no se han puesto las pilas para demostrar su capacidad de gestión política, pues en casi todas las áreas administrativas del gobierno federal se reportan subejercicios, que no significa que sean ahorros.
Los últimos nueve meses, con una política de austeridad republicana, han afectado el curso de programas de salud, educación y seguridad; cambiando reglas y planes sobre la marcha, han hecho recortes a acciones importantes dirigidas a niños, mujeres y pobres. De la población pobre, las más pobres son las mujeres. Y parece que se les castigo no mencionándolas en el informe, por las recientes protestas que han desquiciado a la CDMX y a la nación entera, poniendo el dedo en la llaga en un tema silenciado: los feminicidios.
En el recuento de los daños, antes de la glosa del informe que seguramente harán los legislativos sin el presidente, porque no irá a defender sus supuestos, los colectivos feministas se reorganizan para reclamar por los derechos humanos de las mujeres en México.
Las malas decisiones de AMLO sobre el recorte a presupuestos afectan directamente a más de la mitad de la población nacional, que son las féminas, acciones de Salud, Bienestar, procuración de justicia y del propio Instituto Nacional de las Mujeres siguen aplazándose, si los analistas políticos y expertos en economía, seguridad o política muestran preocupación por la inacción del gobierno, más mortifica que se sigua dejando de lado, la búsqueda de la igualdad y justicia para las mexicanas.
Aunque se reconoció que “no dejan de existir, ni queremos que desaparezcan las protestas legítimas de los ciudadanos ni los reclamos de nuestros adversarios”, no hizo referencia a las más reciente y ruidosas expresiones de protesta que han sido las de las mujeres. Mejor se acordó de sus opositores, que dice, “están moralmente derrotados, porque no han tenido oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último periodo neoliberal caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México”.
En este país, los gobernantes, insisten en invisibilizar a las mujeres, aunque se avanza en paridad política, y tanto el legislativo como el ejecutivo cuenta con más participación femenina, en el discurso y en la acción de políticas públicas no se les incluye.
En Boca cerrada
En el mes patrio, seguirán los informes de los gobernantes locales, en algunos municipios ya corren las invitaciones para eventos austeros, en la rendición de cuentas de provincia, ojala no olviden a la mitad de la población.