Cuando hablamos de violencia de género, por principio relacionamos el tema con las mujeres como víctimas, quizás porque desde hace muchos años las mujeres, desde colectivos feministas está tratando de hacer visible la problemática que acecha a ocho de cada diez en el planeta, pero al reverso de la moneda, se registran ya los primeros estudios que colocan al hombre como blanco de la violencia femenina, de igual forma ejercida psicológica, económica, sexual, social o físicamente. La diferencia entre ellos y ellas, es precisamente que ellos lo callan más.
Es un sufrimiento silencioso que merma toda actividad del varón, ya que tiene tatuado en su ADN social que los hombres no lloran, son fuertes y socialmente: sostén de la familia, los hombres de la casa. El primer caso que sienta un precedente serio a nivel global se dio apenas en este 2019 en Reino Unido, donde se condenó por violencia doméstica a la esposa y madre de los hijos del joven Alex Skeel, la víctima platicó a la prensa que estaba harto de los maltratos, llego a golpearlo mientras dormía y la acuso de violencia física y psíquica.
En México también se recaban ya los primeros registros de denuncia de hombres contra las mujeres por violencia doméstica, pero apenas se animan a develar su circunstancia, ellos, al igual que la mujer, se enfrentan al juicio social y al escarnio, pero aún más grave, con la desventaja que pesa sobre sus hombros el estigma del ser “muy macho”. En 2011, INEGI documentó casi seis mil denuncias ante ministerio por violencia doméstica, donde el 76.2 por ciento fue ejercida por el hombre contra la mujer, pero un 23.8 por ciento fueron acusaciones en contra de las féminas. Por sobre las disparejas cifras, tan grave es una como la otra. Violencia generadora de más violencia.
Ahora cada vez más mujeres luchan por sus derechos, por la igualdad de condiciones en todos los ámbitos, sin embargo ocurre cada vez más que la fémina confunde el empoderamiento con la venganza, no hay datos certeros pero es un hecho que una mujer abusadora hace mucho daño a un hombre por despecho o desilusión, manipulando el poder de la relación y metiendo a los hijos como botín en disputa, los juzgadores casi siempre están del lado de ellas.
En relaciones sentimentales, aún sin hijos, las mujeres pueden ejercer presión emocional por placer, porque así lo vivió en la infancia o porque la imagen de las chavas de hoy es así, de entronas, con mujerismo (término acuñado como el machismo, pero en mujeres), pero esto se platica menos o en voz baja, el hombre se frustra, se avergüenza y niega el problema.
Ahora que las sociedades activas motivan al reconocimiento pleno de los derechos humanos de todos, hace falta mas estudio, sustento e información sobre el abuso y violencia de género, en contra del hombre. Es importante estudiar el fenómeno social actual para implementar estrategias de prevención y alto a la violencia.
En Boca Cerrada
Inicia la legislatura número 64 en Tamaulipas con el pie derecho pues se superó la paridad legislativa, llegan 19 mujeres diputadas y 17 hombres diputados, lo que sigue es conseguir la paridad cualitativa, habrá que trabajar por que en la acción legislativa se trabaje tomando en cuenta a las mujeres, que cada nuevo reglamento o enmienda de ley lleve impresa la nueva visión de género.