Desde el lunes, la Cámara de Diputados está sitiada por organizaciones de todo tipo que reclaman una sola cosa: más presupuesto. La romería de manifestantes incluye a campesinos, ganaderos, organizaciones sociales y hasta alcaldes.
La presión de las protesta ha sido tal, que ayer se suspendió la actividad en San Lázaro, donde a más tardar el viernes debe aprobarse el Presupuesto de Egresos para el 2020, el mismo que ha causado tanto desencanto entre los productores de Tamaulipas, quienes acusan que perderán al menos 1,600 millones de pesos.
Los tamaulipecos que ayer llegaron al plantón ubicado afuera de la Cámara, lo más que consiguieron fue que Mario Delgado los recibiera en un Sanborns, y se comprometiera a seguir el diálogo este día; no será fácil llegar a un acuerdo porque son muchos miles de millones de pesos los que necesita el campo, y que Morena no sabe de dónde sacar.
A los alcaldes les fue un poco mejor. También citados en el mismo Sanborns por el coordinador de los morenistas, los ediles que ya habían protestado en San Lázaro la semana pasada, consiguieron varios compromisos.
En primer lugar que no se reduzcan participaciones y participaciones federales; además un incremento de mil millones de pesos para el Fortaseg; y se revisará el Fondo de apoyo a migrantes entre otras cosas. Les prometieron hasta mesas de trabajo a partir del 2020 para organizar una Convención Nacional Hacendaria que se realizará en el 2021.
En otros temas -como se anticipaba- finalmente el PRI le fue fiel a su tradición política. El Consejo Político del tricolor en Tamaulipas se reunió ayer y aprobó la Asamblea de Consejo como método de selección para su nuevo dirigente.
Es decir, el nuevo presidente del Comité Directivo Estatal -todo hace indicar que será Edgar Melhem- lo va a elegir la cúpula del partido. La promesa de Alito
de abrir las votaciones a la militancia, quedó en eso y el PRI seguirá siendo el PRI.