Durante los últimos días, en la CDMX hubo eventos protagonizados por tamaulipecos.
Por allá anduvieron buena parte de los ediles del estado y líderes campesinos que se manifestaron en demanda de los apoyos cancelados. En diferentes tribunas se aparecieron el senador Ismael García Cabeza de Vaca y la diputada priísta Mariana Rodríguez.
Pero brillaron por su ausencia algunos morenistas de los que están obsesionados con figurar en el futuro de Tamaulipas, como Ameriquito Villarreal Anaya, escrito su nombre en diminutivo como pequeñito es el victorense para responderle a sus paisanos tamaulipecos.
Ni como esperar que Ameriquito pueda crecer. Por el contrario, empequeñece cada día que pasa.
Mientras tanto, este jueves, los atribulados deudos del casi extinto PRI harán un nuevo intento por devolverle la vida, y si no se puede, sin lugar a dudas buscarán la manera de sacarle provecho a sus despojos.
En algún lugar, tal vez en las redes sociales porque no hay dinero para pagar inserciones, se convocará a una asamblea en la cual se elegirá al sucesor de la explosiva neolaredense Yalheel Abdala.
Casi al mismo tiempo los dos aspirantes principales, Edgar Melhem, gallo de la nomenclatura, y Tomás Gloria, campesino nylon patrocinado por Egidio Torre Cantú, intentarán llegar a un acuerdo para repartirse el comité estatal.
Se supone que Melhem lleva las de ganar aunque habrá que ver si sus patrocinadores y el mismo riobravense aflojan el dinero que se necesita para mercar las simpatías de los 300 consejeros estatales y los 14 nacionales que no están dispuestos a echarse el viaje “de oquis” ni a regresar con los bolsillos vacíos.
Esta vez no hay poder alguno para acalambrarlos y someterlos, ni presupuesto oficial al cual meterle mano para comprar el apoyo de sus camaradas.
Y lo más seguro es que aún los más apasionados simpatizantes de ambos prospectos se agazaparán a la hora de apoquinar los gastos y harán como que la virgen les habla… a menos que alguno de ellos ya tenga empeñadas las siglas para servir a otros intereses políticos.