Como se esperaba, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó por mayoría, con los votos de los diputados federales de Morena, PT, PES y PVEM, el dictamen del Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año.
El gasto neto total programado en 2020 será de 6 billones 107 mil 732 millones de pesos, un monto que es insuficiente para las imperiosas necesidades de un país sumido en la inseguridad, urgido de un crecimiento económico y cuyos ciudadanos reclaman mejores oportunidades de desarrollo.
Tras ser aprobada en Comisión, el dictamen presupuestal pasó al Pleno Legislativo, ahora con una sede diferente, ya que el Congreso de San Lázaro fue bloqueado desde hace casi dos semanas por organizaciones campesinas que exigen la restitución de recursos federales con los que se financiaba la actividad productiva del campo.
Con la llegada al poder de un gobierno que promete una Transformación (la Cuarta, según sus cuentas históricas) de fondo del país, se contemplaba lo que finalmente se consumó anoche: el pastel presupuestal se partirá y se repartirá de una forma muy distinta a lo que ocurría en el pasado.
Por supuesto, las prioridades del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, son las que salen más beneficiadas en el presupuesto (confeccionado, en realidad, en Palacio Nacional): las Secretarías de Bienestar y Educación Pública, así como Petróleos Mexicanos, paraestatal que contará con 525 mil 425 millones de pesos para sus proyectos.
Otra empresa productiva del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), recibirá un alto presupuesto: 456 mil millones de pesos. Ambas se encuentran en el radar del proyecto de nación configurado por el presidente. Esa es su visión política, económica y social. Eso no causa sorpresa.
La polémica comienza cuando los órganos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral (INE), son puestos contra las cuerdas al sufrir una drástica reducción de su presupuesto, un recorte de poco más de mil millones de pesos. Es evidente que existe una operación política para, primero, debilitar al INE y, luego, apoderarse de su Consejo General. El golpeteo arrecia a través de las finanzas.
Además, resulta absurdo que la Fiscalía General de la República (FGR) sufra un ‘machetazo’ de mil 500 millones de pesos en su presupuesto. Justo cuando se requiere que el sistema de justicia se fortalezca para combatir la impunidad y los altos niveles delictivos y de violencia, el gobierno federal recorta el gasto a la instancia que imparte justicia. No hay congruencia.
La controversia se vuelve asunto político cuando se abordan las Participaciones a Estados y Municipios: 951 mil 454 millones de pesos.
De acuerdo a diputados federales de la oposición, las entidades más favorecidas son las gobernadas por Morena (como la Ciudad de México, Puebla, Tabasco, Veracruz y Baja California) que recibirán el 60 por ciento del presupuesto, mientras que los estados con sello priista sólo accederán al 19 por ciento.
¿Y los estados gobernados por Acción Nacional? Estos solamente van a recibir el 11 por ciento de los recursos. Por supuesto, esto no es una casualidad. Esto es un virulento desquite contra quien se ha erigido como la principal y más combatiente oposición a la Cuarta Transformación.
Nadie está en contra de la política social que atiende a los grupos más vulnerables de la sociedad mexicana. Atenderlos, tras años en el poder de una tecnocracia que con soberbia los menospreció en múltiples ocasiones, es un acto de justicia social.
Sin embargo, los programas sociales que tanto presume la 4T deben ponerse bajo la lupa y, sobre todo, contar con reglas de operación, ya que el beneficio se puede convertir en despilfarro.
Un ejemplo: son cada vez más los testimonios de que el programa de ‘Los Ninis’ es una ‘coladera’ que aprovechan los coordinadores para obtener dinero por debajo de la mesa, corrupción a la que se prestan los jóvenes con tal de recibir una parte del dinero programado sin ser empleado o capacitado en una empresa. Este tema, tarde o temprano, será un escándalo.
Con un presidente que trata por todos los medios de centralizar el poder, se esperaba que el Presupuesto de Egresos 2020 fuera aprobado por la mayoría que conforman los diputados federales de Morena, PT y PES (y ‘Los Verdes’, oportunistas como siempre), tal como sucedía en el pasado, cuando el PRI gobernó el país durante siete décadas.
Esa es la cultura política aprendida y dictada en el País de un Solo Hombre. Con la participación de la sociedad, con la creación de ciudadanos, esa cultura política deberá, algún día, llegar a su fin, para iniciar, realmente, una verdadera Transformación social de México.
INAUGURA CHUCHO DREN PLUVIAL EN SECTOR MOSCÚ
Desde su fundación, la colonia Vicente Guerrero, mejor conocida como el Sector Moscú, ha sufrido de inundaciones durante las temporadas de lluvias y huracanes. Es una zona baja y, por tanto, vulnerable en días de aguaceros y tormentas.
Por esa razón, durante años, una de las peticiones de los vecinos era la construcción de un dren pluvial y de un muro de contención.
Esas obras ya son una realidad: Jesús Nader Nasrallah, presidente municipal de Tampico, inauguró ayer el dren pluvial y el muro de contención con los cuales se evitarán inundaciones y se mejorará la calidad de vida de los habitantes.
Los colonos, por supuesto, estaban más que contentos con las obras, cuya inversión ascendió a 5 millones 500 mil pesos.
Y PARA CERRAR…
Gerardo Peña Flores, líder del Congreso del Estado, se subió a la tribuna y se puso los guantes ante la postura de los diputados locales de Morena, quienes optaron por abandonar el recinto legislativo. El tema: la seguridad pública, en especial, en Nuevo Laredo.
Tamaulipas, ya lo dijo el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, requiere el apoyo de la Federación.