El puerto y el aeropuerto de Tampico aparecen dentro de la lista de los 147 proyectos del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura que ayer anunció el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y el sector empresarial para impulsar la economía del país a partir del próximo año.
La inversión para la zona portuaria tampiqueña es de 383 millones de pesos, destinado a la ampliación de la terminal en 2020.
Por su parte, se invertirán 300 millones de pesos en el aeropuerto de Tampico, aunque no se especifican los detalles.
Si bien esta es una buena noticia para la economía del sur de Tamaulipas, la realidad es que ambas inversiones quedan muy por debajo de otras que son consideradas en el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura.
Tan solo en materia de puertos, Lázaro Cárdenas, ubicado en Michoacán, recibirá el próximo año una inversión de casi 4 mil millones de pesos, canalizados a la ampliación de su terminal especializada de automóviles, a las áreas de movilización de combustibles, así como para la terminal de usos múltiples e iniciar una segunda etapa.
Otro ejemplo: en Veracruz se anuncia la inversión privada de la Terminal Multimodal ‘El Dorado’. El monto: 5 mil 706 millones de pesos.
Eso no es todo: se invertirán 2 mil 167 millones de pesos en la terminal semiespecializada para carga general suelta y contenerizada, ahí, en el histórico puerto de Veracruz.
Como ya se anotó, el aeropuerto de Tampico contará con una inversión de 300 millones de pesos en 2020. Se reitera: eso es bueno, es positivo.
Sin embargo, es una inversión que palidece en comparación con lo que se destinará a los aeropuertos de otras ciudades, sobre todo las consideradas como destinos turísticos de primer nivel.
Ejemplo: el aeropuerto de Cancún será modernizado con una inversión de 7 mil 451 millones de pesos. Puerto Vallarta recibirá 3 mil 746 millones de pesos. Los Cabos anda por esos niveles: 2 mil 962 millones de pesos.
El aeropuerto que contará con mayores recursos para la modernización de su infraestructura será el de Guadajalara: la inversión ascenderá a los 10 mil 543 millones de pesos. Señal del motor económico que representa la perla tapatía.
En cuanto a carreteras, transporte y conectividad, Tamaulipas aparece con una obra ‘indirecta’: la autopista serrana que conectará a la carretera Matehuala-Saltillo con la carretera Victoria-Monterrey. Aquí se invertirán 10 mil 344 millones de pesos, cuya construcción iniciaría hasta el 2021.
Además, se encuentra el Puente Internacional de Nuevo Laredo, con una inversión de 8 mil millones de pesos, pero esta obra iniciará hasta el año 2023 y deberá concluir en 2024.
Como se observa, a pesar de su ubicación estratégica, el sur de Tamaulipas y todo el estado no se encuentran en el radar de la inversión pública para crear infraestructura.
Por ejemplo, no existen planes para un Tren Suburbano, ni tampoco para un viaducto elevado como el que se construirá en Santa Catarina (que forma parte de la zona metropolitana de Monterrey) con una inversión de 6 mil 800 millones de pesos el siguiente año.
En ese sentido, algo llama la atención: el puerto de Altamira no aparece con ningún proyecto en el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura. Eso es, hasta cierto punto ilógico, si se consideran los altos niveles de inversión extranjera directa que llegan al puerto y al corredor industrial altamirense.
Una obra que es urgente corregir o, mejor dicho, reconstruir, es el Puente ‘Roto’, el Paso a Desnivel que iba a conectar a la carretera Tampico-Mante con el Corredor Industrial de Altamira, pero que terminó como un ‘elefante blanco’.
¿Por qué no incluir ‘la corrección’ de esa obra en el Acuerdo Nacional de Infraestructura? ¿Qué hace falta para que tomen en cuenta a Tamaulipas y, en específico al sur de Tamaulipas en los proyectos de infraestructura?
Ojalá y, algún día, la Federación (del color que sea) y los empresarios nacionales de altos vuelos coloquen más la mirada en tierras tamaulipecas, sobre todo en la región sureña, una zona que cuenta con playa, ríos, lagunas y una infraestructura básica para levantar el vuelo.