MORELOS.- El mal comportamiento de la afición purépecha oscureció el nivel mostrado por Morelia y León en la cancha del Morelos.
Y es que ante sus reiterados gritos homofóbicos se tuvo que detener el partido durante unos minutos como lo indica el protocolo de la Liga MX, y fue ahí, donde aprovecharon los anfitriones para encontrar el empate (3-3) de forma agónica gracias al cabezazo de Luis Ángel Mendoza. Apenas minuto 4 y el árbitro marcó penalti por falta sobre José Juan Macías.
El mismo juvenil tomó el esférico y cobró para abrir el marcador en el Morelos. El empate llegó de inmediato.
La tristeza se transformó en felicidad con los aficionados purépechas que fueron testigo de un auténtico golazo de Edison Flores desde los linderos del área, colocado el esférico en el ángulo superior derecho del arco felino. La cátedra de anotaciones, en el Cerro del Quinceo, no cesó. Ahora fue el turno de los Esmeraldas con Ángel Mena, el ecuatoriano controló y sirvió un disparo en la media luna para el 2-1.
En la recta final todo se salió de control. Expulsión a Yairo Moreno, quien al abandonar la cancha fue atacado con vasos de cerveza. Además de la manifestación del protocolo de la Liga MX para detener el juego por el grito homofóbico que apareció en cuatro ocasiones.
Tras la pausa por el grito, Morelia supo aprovechar al máximo los 12 minutos adicionales que se convirtieron en 17. Las emociones se intensificaron con una gran llegada de Fernando Ariesteguieta y un mano a mano con Cota.
El portero felino se pone la capa de héroe al quitarle la pelota de manera tan exacta que la solicitud de un penal con la caída del venezolano fue en vano. Sin embargo, la proeza se cumplió con el Quick Mendoza que apareció para la algarabía total del 3-3 con un cabezazo certero al centro retrasado de Efraín Velarde. Las emociones quedaron pendientes para llegar a su máximo nivel en la Vuelta de los Cuartos de Final el próximo sábado.