PUEBLO VIEJO, VER.- Gracias a las reformas realizadas al artículo 44 de la Ley General de Protección de Niños y Adolescentes, los castigos corporales como medidas correctivas o disciplinarias están penadas por la ley.
Al respecto el titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer perteneciente al Sistema DIF Municipal Gustavo Vargas Trujillo, hizo un atento exhorto a los padres de familia en general para que no incurran en estas prácticas y con ello eviten problemas legales, indicando que se ha pasado a una nueva etapa en donde las leyes buscan proteger además de integridad emocional de los menores también su integridad física.
“Fue muy común que en generaciones pasadas el castigo con el famoso cinturonazo, el chancletazo el jalón de pelo o los denominados coscorrones, eran castigos físicos con los que se daba un escarmiento a los hijos por alguna travesura o por desobedecer, a esto se sumaba por lo general también la violencia verbal, pero los tiempos cambian y estas prácticas deben terminar”.
En ese sentido dijo que se debe apostar en todos los casos al diálogo a la comunicación a la confianza para evitar daño físico y emocional, “los menores y los jovencitos no actúan como pasadas generaciones y este tipo de castigos los afectan física y emocionalmente porque se sienten humillados en su integridad “.
Refirió que el objetivo es terminar con estas medidas represivas, dijo que ya se cerró el círculo de esas prácticas, los padres de antaño eran duros, estrictos y se generaban hasta lesiones graves y con la reforma estas medidas ya son considerados actos de violencia y con ello se atacan los casos de padres golpeadores que se exceden en el daño físico.
foto: La nueva ley protege a los menores de los castigos corporales.
Gustavo Vargas Trujillo, indicó que salvaguardar la integridad física y emocional de los niños es la prioridad.