Por primera vez en la medición de la corrupción a nivel global se abre un apartado para medir la extorsión sexual, que se ve como el soborno que afecta más a las mujeres que a los hombres, al verse obligadas a trabajos sexuales a cambio de favores con los servidores públicos.
El acoso laboral y sexual también se ve como corrupción ya que en los entornos laborales cometen el ilícito de la corrupción tanto el jefe que tasa los sueldo de acuerdo a su empatía con la fémina y la misma mujer que acepta aumentos y prestaciones, solo por ser bonita o chica buena onda.
La corrupción esta también muy cerca de las mujeres que están junto a los políticos corruptos, ahí están casos emblemáticos como los de Karime o La Gaviota, la primera anotando las fechorías conyugales en un diario y la segunda retratándose en su mansión blanca para las revistas del corazón. Si un hombre es probo, se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero en los escandalosos casos de corrupción el dinero robado no se recupera porque la esposa o hasta la madre se prestan para el negocio familiar en la gran industria de la corrupción.
En ocasión de la efeméride, porque si hay un día para conmemorar la corrupción, nos dicen que en México la percepción colectiva ya cambio, ahora el 61 por ciento de los mexicanos cree que el gobierno federal esta haciendo bien su chamba en el combate a este flagelo; el 44 por ciento considera que de 2017 a 2019 aumentaron los actos de corrupción y más de la mitad, 51 por ciento, reporta haber sido víctima de la corrupción.
Como vemos esta no se acabó por decreto presidencial el año pasado, y no es un tema que únicamente corresponda a un personaje, o sea cuestión de género, es cuestión de ética personal, mientras más practiquemos la honradez, seremos capaces de visibilizar, para denunciar las conductas antisociales de los corruptos a nuestro alrededor.