“Emiliano, Zapata después de Zapata” es el título de la colección pictórica donde el artista Fabián Cháirez expone en Bella Artes, la exposición se queda ahí hasta febrero ha dicho la autoridad cultural, y el autor del polémico cuadro “La Revolución” relata su intención, por principio reconoce que no intentaba alterar la conciencia del mexicano, pero lo que él percibe es una misoginia porque el “macho” repele todo lo femenino. Es misoginia.
Y aunque afuera y dentro del Palacio de Bellas Artes los enfrentamientos se dan por el apoyo de la comunidad lésbico gay a este creador, los oponentes sacan el Zapata que todos llevan dentro y han llegado hasta los golpes mostrando discriminación hacia los homosexuales.
Claramente la feminización artística de un héroe de la patria, patria y no patrio, es lo que ha encendido el debate social sobre lo que está permitido en la libre expresión del arte. La pintura muestra un Zapata al desnudo, montado a capela sobre un caballo blanco, con zapatillas rojas, una banda tricolor como estola, un gran sombrero rosa de charro, y solo conserva del “macho” el espeso bigote negro.
El enojo colectivo que cundió desde la CDMX a las redes sociales para luego viralizarse y recrearse en el tren del meme, agarro de pretexto al caudillo del sur para burlarse del pintor y la representación artística, con esa esfinge se realizaron foto montajes de cuanto personaje político está de moda. Pero más allá del humor a la mexicana, lo que no se reconoce como sociedad y que el autor de la pintura señala es que no se ha avanzado en el respeto a la diversidad, el respeto a los derecho humanos, la libre expresión y menos en el respeto hacia el género femenino.
Son 150 obras que forman esta colección revolucionaria, pero solo está en polémica y a decir de autor es porque el mexicano está acostumbrado a reflejarse con hombría en reafirmación de las masculinidades pero se ofenden con la representación de la “femineidad y homosexualidad”
De todo este alboroto zapatista, de tierra y libertad, quedémonos con la libertad, de ser y dejar ser