CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Después de 23 años de trabajo, Doña Yola por fin cumplió su sueño; ahora cuenta con un comedor bien instalado afuera de la Iglesia del Caminero.
Recibió una cabaña de manos del Gobernador del Estado.
Así sucedió al inaugurar la rehabilitación del Camino Real a Tula, dónde las autoridades recorrieron ese tramo, no sin antes realizar una parada oficial que cada turista y deportista realiza en su viaje a Altas Cumbres en “Gorditas El Santuario”.
“Era un sueño de muchos pero también el mío, se siente muy bonito, muy agradecida con el gobernador porque dio su palabra y promesa; qué mas puedo decir; muchas gracias señor por la atención y ayer vinieron conocí a su hermano sus hijos una familia muy linda”.
Yolanda Carrizales González dijo que antes de iniciar la rehabilitación personas de Gobierno del Estado se acercaron a ella, para darle la noticia que se construiría la cabaña la cual se ubica a un lado de su modesto comedor construido con madera y capote.
“Hace tiempo se acercaron a mi y estoy muy agradecida porque no es un proyecto mío; es un proyecto de todos. Del ingeniero James, de la licenciada Norma que siempre estuvieron pendientes y también promotores, personas que aman la naturaleza”.
A pesar que la cabaña fue entregada aun faltan algunos detalles para ser utilizadas; como instalación del tinaco para contar con agua corriente, por lo que Yola espera que para este fin de semana o principios de la otra semana quede al cien.
“Voy a tratar de cambiarme para el fin de semana; si no se puede, será la próxima. Porque no me han terminado y no han conectado el agua; faltan detalles porque todavía hay personas trabajando ”
En cuanto al flujo de turistas que esperan este fin de semana, dónde muchas familias visitarán el mirador, dijo que ella atenderá en la antigua construcción, donde aun cocina, por lo que colocará algunas mesas en las afueras de la nueva cabaña.
Ubicada a 13 kilómetros de Victoria en el 160 de la Carretera vieja a Tula, la historia del comedor de la Iglesia del Caminero se remota a 24 años cuando visitó a su hermano.
“Mi hermano Celestino vendía elotes afuera del Santuario con lonche para comer”.
Fue en una de esas visitas, platica, hace más de 23 años, que dos camiones se descompusieron, y al ver que las personas tenían tiempo esperando decidieron invitarlas a comer.
“Cuando vieron que teníamos comida comenzaron a acercarse y los invitamos a comer y fueron dejando dinero. Fue así como comenzamos aquí, mi hermano Celestino fue quien inicio y me invitó para que pusiéramos aquí, el negocio. Inicialmente sólo teníamos un techito con una lona”.
“Yo soy de Victoria, vivo en la ciudad; abro de Jueves a Martes, los miércoles descanso y me quedo allá. Mis mejores días se venta son sábados y domingo y entre semana vengo porque no me gusta estar en Victoria. pero realmente aquí no hay venta esos días”