A los partidos políticos no les ha llegado la austeridad; este año en que no hay elección en Tamaulipas, recibirán 144 millones de pesos para sus actividades ordinarias, según lo aprobado ayer por el IETAM.
Es decir, a partir de enero la operación de los institutos políticos en el estado costará 12 millones de pesos mensuales. ¿En qué se lo van a gastar? En el salario de sus acaudalados dirigentes, en los viáticos para ir a la Ciudad de México a comer a los restaurantes de moda, entre otros muchos conceptos igual de intrascendentes.
La bolsa autorizada por el Consejo del Instituto Electoral se repartirá entre cuatro partidos: el PAN recibirá $65.6 millones; Morena, $42.1 millones; el PRI, $22.2 millones y Movimiento Ciudadano logró colarse para recibir $14 millones. La buena noticia, en todo caso, es que partidos como el Verde, el PRD y otras rémoras de ese estilo una vez más se quedaron sin financiamiento.
Ahora bien, algunos partidos deberán sortear este año las multas que siguen acumulando y el pago de juicios laborales perdidos, que en el caso del PRI comprometen sus ingresos, pero no tanto como para privarse de su abultada nómina y los lujos de sus dirigentes.
Un humilde pero sincero consejo para las cúpulas partidistas podría ser que disfruten sus jugosos emolumentos y los beneficios que obtienen de la muy generosa democracia mexicana. Porque la tentación de recortar el gasto electoral es cada vez mayor entre los legisladores del régimen, y parece cuestión de tiempo para que igual que tantos otras áreas de la vida pública nacional, sufra un tijeretazo sin precedentes.
Por lo pronto, este 2020 ya la libraron y seguramente para el 2021 alegarán que el tamaño de la elección exige mayor presupuesto. Ya veremos si tienen tanta suerte para mantener su beca vitalicia o la terca realidad por fin los alcanza.