El ataque del presidente Trump
contra el general iraní Qasem
Soleimani no fue sólo un
capricho electoral, sino que obedeció
a los intereses de los EE. UU,
como Estado de seguridad nacional,
de consolidación del imperio y de
definición del verdadero escenario
electoral en la elección del próximo
presidente estadunidense.
Presento tres recuentros del diseño
de la actual estrategia de seguridad
nacional de los EE. UU. en un escenario
histórico de 1947 a 2020.
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La mente estratégica que le dio enfoque
de seguridad nacional a los EE. UU. fue
Henry Alfred Kissinger (1923), un migrante
alemán, académico educado en
la prestigiada y exclusivista Universidad
de Harvard y estudioso de las relaciones
internacionales de dominación y
el papel de los gobernantes. Inicio su
carrera burocrática en 1955 en el equipo
del Consejo de Seguridad Nacional,
en 1968 el candidato Richard Nixon lo
convirtió en asesor en la campaña presidencial
por sus enfoques geopolíticos
y en enero de 1969 lo nombró asesor de
seguridad nacional encargado de todas
las áreas estratégicas del ejecutivo para
la política exterior. De 1977 a la fecha
es consultor y sobre todo diseñador de
estrategias.
Las teorías centrales de Kissinger
se resumieron en su tesis de doctorado
Un mundo restaurado (1954) y en
tres ensayos conjuntados en el libro
Política Exterior Americana (1969).
Diseñador de estrategias a partir
de enfoques de realismo político,
Kissinger dotó a la Casa Blanca de un
método para el análisis, de mecanismos
para la fijación de objetivos y de
estilos de operación de la diplomacia.
En su libro sobre la política exterior
de los EE. UU., Kissinger hizo cuando
menos tres definiciones básicas:
1.- Las potencias tienen funciones
de equilibrio geopolítico y militar.
2.- Los dirigentes se dividen entre
estadistas o profetas.
3.- Los EE. UU. no solo tienen
intereses, sino que los convierten en
responsabilidades: construir un mundo
a la medida de sus necesidades.
Los intereses no son necesariamente
amorales.
4.- El realismo llevado a sus límites:
la paz se mantiene por medio de
amenazas de destrucción mutuas.
5.- Los éxitos de la política exterior
dependen de una estructura política y
social interna.
2
Las fases de la seguridad nacional han
sido cuando menos seis:
1.- La Paz de Westfalia de 1648
para poner fin a las guerras que estaban
desmembrando países y fijar las
fronteras en función de los principales
criterios de la segundad nacional:
la soberanía, los intereses nacionales
y la integridad territorial.
2.- El congreso de Viena de 1815
–contado y analizado por Kissinger
en su libro Un mundo restaurado, su
tesis de doctorado en Harvard– que
puso fin al periodo de incertidumbre
de las guerras napoleónicas y fijó
un orden que duró un siglo. Ahí se
definió el concepto de equilibrio de
poder. Kissinger destaca el papel de
los estadistas, tanto moderados como
revolucionarios.
3.- Los EE. UU. irrumpen como el
país más poderoso que puede garantizar
un nuevo orden mundial basado
en sus intereses nacionales elevados
a la categoría de intereses mundiales
de otras nacional. La primera guerra
mundial hizo emerger a los EE. UU.,
con los catorce puntos del presidente
Woodrow Wilson de 1915, entre los
que sobresalen: libertad de navegación
y comercio, desaparición se
barreras económicas, reducción de
armas, reglamentación de rivalidades
coloniales y creación de la Liga de las
Naciones como organismo supranacional
administradora de los conflictos
internacionales.
4.- Salido como la potencia militar
más importante del mundo y reposicionado
por el fin en cadena de las
colonias europeas, los EE. UU. dieron
el zarpazo al colocar al dólar como
la moneda mundial en la conferencia
de Bretton Woods en 1944. Controlando
el dinero y con la mayor fuerza
militar, los intereses nacionales de los
EE. UU, se convirtieron en el eje del
funcionamiento del mundo. De Bretton
Woods nació la guerra fría con el
comunismo soviético que dominaría
las relaciones de seguridad durante
medio siglo.
5.- De modo natural, el poder estadunidense
tomó la iniciativa para fijar la
defensa internacional de sus intereses
nacionales ante la victoriosa Unión
Soviética y en 1947 aprobó el Acta de
Seguridad Nacional para construir la
primera estructura de seguridad del Estado
estadunidense. Ese documento fue
el nacimiento de la Agencia Nacional
de Inteligencia (CIA) como el aparato
de seguridad nacional ofensivo en el
extranjero, no sólo para espiar sino para
derrocar gobiernos como ejército clandestino
dependiendo de la Casa Blanca.
La seguridad nacional se definió como
la defensa externa de los intereses nacionales
y la capacidad legal para influir
en otras naciones a fin de someterlas
a los intereses nacionales de los EE.
UU. en el escenario internacional. Por
primera vez se formaliza un aparato de
poder de todas las oficinas y agencias
con capacidad militar y civil.