La crisis por el desabasto de medicamentos en el país desnudó una realidad dolorosa: hay tratamientos que por su costo, están fuera del alcance de cualquiera que no cuente con algún tipo de seguridad social.
En el caso de Tamaulipas hay más de 1 millón de personas que no están afiliadas al Seguro Social, ni al ISSSTE, y se estima que apenas un 5% de la población cuenta con seguros de gastos médicos mayores con pólizas que cubran los medicamentos para las llamadas enfermedades catastróficas.
El panorama para esas personas puede llegar a ser desolador si no encuentran los mecanismos adecuados en el sistema público de salud.
El cáncer en todos sus tipos es la tercera causa de muerte en Tamaulipas, y como en el resto del mundo las cifras se agravan cuando la enfermedad no se detecta a tiempo y cuando no se cumplen con los tratamientos de manera adecuada; el problema es que esos tratamientos pueden llegar a costar hasta 300 mil pesos mensuales, una cifra impagable para la inmensa mayoría de la población.
El caso más evidente de esta problemática es el mieloma múltiple, el segundo tipo de cáncer sanguíneo más común, sólo por debajo de la leucemia.
Un paciente al que se le detecte esta enfermedad debería hacer un primer desembolso de 300 mil pesos para iniciar un tratamiento que le permita tener mayores esperanzas de vida. Después, mantener un gasto mínimo cada mes de 100 mil pesos, pero que puede dispararse de un momento a otro.
El gran problema radica en que este tipo de cáncer en específico no estaba incluido en el catálogo de cobertura del Seguro Popular, y aún es difícil saber si los pacientes podrán recibir el tratamiento del INSABI.
Otro tipo de cáncer muy común en México -el más frecuente entre las mujeres- es el de mama. Especialistas estiman que un tratamiento completo que incluiría una mastectomía, más los medicamentos y quimioterapias, puede rondar los 300 mil pesos.
Aunque esta enfermedad si es cubierta por el sistema púbico de salud, siguen siendo muchas las mujeres sin acceso a estas coberturas, y que -por falta de recursos- se enfrentan a desenlaces fatales.
En Tamaulipas cada año mueren más de 200 mujeres por esta causa.
Pero no es sólo el cáncer.
Hay otras enfermedades que empiezan a ser frecuentes en México y cuyo combate es imposible de pagar para cualquier persona que no cuente con algún tipo de cobertura médica.
La esclerosis múltiple está en ese listado, pues se estima que actualmente hay 20 mil pacientes con esta enfermedad en el país, que ya se ha convertido en la segunda causa de discapacidad entre jóvenes.
Ataca repentinamente al sistema nervioso de las personas, causando diferentes síntomas como afectaciones a la vista, debilidad muscular y otros problemas.
Aunque varía mucho dependiendo de la gravedad, el costo promedio anual por paciente con esclerosis múltiple es de 250 mil pesos con la terapia tradicional, que no necesariamente es la mejor opción.
Según especialistas, un paciente gastaría 5 mil pesos diarios en medicamentos: el fármaco modulador (para el sistema inmune), los llamados interferones que cuestan entre 20 y 30 mil pesos; además necesitan medicina para combatir las afectaciones en las extremidades y otros problemas secundarios como la incontinencia. En algunos casos, incluso son necesarios los antidepresivos.
“Cuando te recetan te hacen mil estudios para saber si tu cuerpo va a resistirlo, son fármacos muy fuertes”, narra un paciente tamaulipeco que desde hace dos años lucha contra esta enfermedad, con medicamentos costeados por el Instituto Mexicano del Seguro Social. De otra manera, sería imposible adquirirlos.
En su caso, los especialistas le recetan Fingolimod, una sustancia que bajo el nombre comercial Gylenya se vende a 59 mil pesos en una presentación de 28 pastillas. Él necesita una diaria.
“En México el Seguro y el ISSSTE tienen varios de esos fármacos, cuando son de los más caros (como en mi caso), el Seguro te realiza cada año otra vez los estudios para comprobar que aún necesitas el medicamento, cada mes tienes que ir al hospital a qué te revisen y a firmar de recibido, ese tipo de medicinas las tienen casi casi en caja fuerte, te pasan a una oficina para poder dártelo, a diferencia de otros medicamentos”, relata.
Pero como en el cáncer y otras enfermedades “catastróficas”, las dosis y el tipo de medicamento depende de la situación personal de cada paciente. Para la esclerosis múltiple también se receta una inyección llamada Ocrelizumab que cuesta 166 mil pesos, o Lemtrada que cuesta más de 200 mil pesos en las farmacias privadas especializadas.
Antes que el cáncer, algunos estados como Tamaulipas padecieron el desabasto de medicamentos para el VIH, los antrirretrovirales que sirven para contener el avance del virus.
Y también en ese caso se evidenció lo costoso de los tratamientos cuando la seguridad social no se hace cargo.
El tratamiento antirretroviral para pacientes con VIH básicamente se compone de 3 medicamentos, que en total ascienden a cerca de 42 mil pesos en promedio.
Truvada, ¡que se utiliza tanto para el tratamiento del VIH, como para reducir el riesgo de infección en personas con exposición a alto riesgo de contraerla, tiene un costo aproximado de 9 mil pesos.
La gravedad en este caso es que si la persona interrumpe su tratamiento, existe el riesgo de que haya una mutación del virus, y que los medicamentos dejen de funcionar e incluso crear resistencia a otros.
En el SIDA, el cáncer, la esclerosis múltiple y otras enfermedades catastróficas, la esperanza de los pacientes depende por completo de la posibilidad de adquirir los tratamientos necesarios.
El precio de una inyección o una pastilla puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.