PÁNUCO.- La reparación de los caminos ejidales, sigue siendo una asignatura pendiente para el actual y anteriores administraciones, lo cual mantiene en niveles de marginación a residentes de la zona rural.
Esta situación se remonta ya hasta hace varias décadas, en las cuales los caminos han sido solamente bandera política y promesa que no se ha cumplido.
El agente municipal del poblado Barco y Periquillo, José Alfredo Castillo Valero, señaló sobre el grave deterioro de los caminos de terracería que enfrentan los lugareños, lo cual representa riesgos de accidentes afecta la economía te complican las actividades de los vecinos de estas zonas.
De igual forma los accesos a Reventadero, así como al poblado Nuevo Michoacán, y los otros pertenecientes Chapacao, prácticamente están destruidos.
Lo destacable es que compañías petroleras ubicadas en la región, son las que se han encargado de rehabilitar los accesos de terracería, esto porque sus proyectos de extracción de crudo dependen de estas vías.
Sin embargo, la administración municipal, lejos de proyectar un programa para el rescate de estos caminos, no ha mostrado el interés necesario por ello.