TAMPICO, TAMAULIPAS.- Además del dolor de la ausencia y de la incertidumbre por no saber que pasó con ellos, las madres tamaulipecas que buscan a sus hijos, guardan en sus corazones, la esperanza de encontrarlos vivos o muertos. Ellas no desisten en la búsqueda de una realidad que lastima, todos los años, todos los días, todos sus recuerdos.
Quisieran hallar cuando menos fragmentos de lo que tanto aman, que les permita enterrar de alguna manera su dolor y entender en qué parte fue que el tiempo se detuvo para ellas y las mantiene en un constante episodio de dolor.
Se fue de fiesta y no regresó, José de 18 años; salió a trabajar y ya no volvió, Victor, 37 años, tomó la última clase y ya no la volvieron a ver María 21 años, iba al centro por un mandado hace 5 años, su madre aún lo busca Salvador 19 años.
Recuerdan la ropa que traían, ese día que ya no regresaron y que ahora aparece como dato en la ficha de búsqueda, el mensaje que les dieron al salir de casa por última vez, y llevan clavado en el alma el último beso que le regalaron.
Se reunieron en el sur las madres que buscan a sus hijos, las que ya han escarbado en terrenos alejados de la zona rural en diferentes municipios de Tamaulipas, y se han congratulado con hallazgos aunque no sean de sus muertos.
Y siguen buscando fragmentos, no sólo de huesos, ni de ropa, ni de objetos, siguen buscando que las condiciones con los entes gubernamentales permitan búsquedas permanentes, para que ellas, todas, encuentren a los suyos.
