5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

¡Que no cunda el pánico!-Pata de perro

La paranoia causada por el Coronavirus puede llegar a nublar el criterio de la población, por eso es necesario estar bien informados y no caer en la histeria colectiva

El Caminante despertó muy temprano para echarse un cafecito e iniciar su larga jornada por las calles de la ciudad. Todo parecía ir sobre ruedas esa mañana, sin embargo un imprevisto habría de trastocar el resto del dia

La esposa, domadora y dueña de las flacas quincenas del Caminante había amanecido con terribles síntomas: fiebre, malestar en la garganta y dolor corporal. Cual película de terror sonaron las alarmas en esa pequeña casa al sur de la ciudad, pues la descripción de su estado de salud coincidía perfectamente con los estragos causados por el temidísimo Coronavirus.

Cientos de ideas y dudas se agolparon en la mente del vago reportero. ¿Qué hacer? ¿Llevo a mi esposa con un médico particular? ¿A urgencias en el IMSS? ¿La dejo reposar? ¿Dónde me harán una prueba para saber si en verdad esta contagiada? Y si llegara a estar contagiada… ¿La mantendrán aislada? ¿Cuánto tiempo? ¿Ya estaré contagiado yo también? ¿La envuelvo como tamal de aquí a que la examinen? ¿Oh, y ahora quien podrá ayudarnos?

En ese huracán de cuestionamientos a las 6 y 30 de la mañana, el Caminante solo apostó por trasladar a su esposa a la sala de urgencias del Seguro Social de la Loma.

A pesar de que muchas personas están ‘guardadas’ en casa y que la actividad escolar se había suspendido, el problema para estacionarse en los alrededores de esta clínica / nosocomio fueron los mismos de siempre pues el acceso a urgencias esta restringido. Al llegar al portón de esta área el vigilante le preguntó al Caminante cual era la razón de su ‘visita’

– ¿Qué pasó ‘don’ cual es su urgencia? – preguntó el guardia

– Traigo a mi mujer con síntomas típicos del coronavirus, jefe – le respondió el Caminante

El guardia ‘peló’ tremendos ojotes y dio un paso hacia atrás tapándose la boca y acto seguido les permitió pasar.

Como medida de prevención el hombre con pata de perro pidió a su esposa permanecer en un jardín a mitad de camino entre la puerta y la sala de espera de urgencias y fue directo con los enfermeros a comunicarles la situación.

La pequeña estancia con sillas se encontraba casi totalmente vacía pues las personas habían sido mandadas afuera para evitar la cercanía en un ambiente cerrado.

En ese corto lapso de espera el Caminante se puso (ahora si) a leer detenidamente toda la información oficial acerca de cómo actuar en caso de detectar estos síntomas en uno mismo o en algún miembro de la familia.

Quince minutos después la esposa del Caminante fue llamada a consulta y en la entrevista descartaron que sus síntomas se debieran a un cuadro viral y le pidieron que se dirigiera al área de consulta externa pero previamente le proporcionaron un doble cubrebocas.

La señora enfiló hacia el área de consultorios y en ese corto trayecto se puso de manifiesto la paranoia entre la gente: los vendedores en puestos y demás personas caminando en la acera literalmente se alejaban al ver a la mujer con el tapabocas puesto.

En la sala de consulta externa la situación no cambió: quienes esperaban que la atención diera inicio prefirieron mantenerse de pie a sentarse a un costado una persona con tapabocas.

Finalmente y después de pasar una hora y media por el purgatorio de la “Unifila” creada para darle mas fluidez a la atención de los pacientes espontáneos, (es decir sin cita) la doctora le diagnosticó amigdalitis y le recetó antibiótico y analgésicos.

Cierto es que el bombardeo mediático ha saturado todos los canales posibles: televisión, redes sociales, prensa escrita, radio etc.

Cientos, tal vez miles de anuncios promocionales y publicaciones con todo tipo de contenido acerca de esta pandemia hacen cada vez más difícil seleccionar la información correcta y necesaria para evitar un posible contagio. Sin embargo es necesario conservar la calma ante esta estresante situación y no ‘apanicarse’, antes bien seguir lo mas fielmente posible las medidas de higiene y prevención, así como las instrucciones de asistencia y contención en caso de tener conocimiento de algún caso ‘sospechoso’. El Caminante también se vió afectado pues hoy en dia no es seguro andar de vago por las calles de la ciudad y tendrá que apegarse a la recomendación de permanecer en casa y evitar lugares concurridos. Fue una corta pero ilustrativa pata de perro por esta semana.

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