AGUASCALIENTES.- Entre los 48 casos positivos de Coronavirus que hay en Aguascalientes ha surgido una buena noticia: la séptima persona que dio positivo al COVID-19 está curada y ha sido dada de alta, hecho que llenó de orgullo y alegría al personal médico que la atendidó.
Se trata de Liliana Ortiz, la jóven que tuvo que ser hospitalizada el pasado 23 de marzo en la Clínica 2 del IMSS de Aguascalientes tras presentar complicaciones en su salud al ser portadora de Coronavirus.
Lilía Ortiz conmovió en las redes sociales el pasado 24 de marzo, a escasas horas de haber sido hospitalizada, pues difundió una publicación en su cuenta de Facebook en la que declaraba «Juro por mi vida que no les deseo estar aquí» e invitaba a la población a acatar las medidas preventivas que las instituciones de salud estaban implementando para evitar la propagación del Coronavirus.
Tras permanecer 10 días encamada y presentar diversas complicaciones, finalmente ayer fue dada de alta y el haber tenido este caso de éxito causó gran algarabía entre el personal médico que le atendió, pues le acompañaron hasta la puerta de salida y le exclamaban porras con ¡Sí se puedo, sí se pudo!
La noticia de estar sana también fue difundida en sus redes sociales por Liliana Ortiz, quien dio muestras de agradecimiento a quienes le desearon una pronta recuperación.
«Con un infinito amor y agradecimiento por tantas muestras de cariño para mi y mi familia ahora que he estado mal, y estuve internada 10 días, con mucho que contarles pero en pausas, y tremendamente conmovida de pensar en todo lo que ha pasado mi niño en su cortita vida»
Asimismo, explicó qué complicaciones de salud se enfrentó durante su internamiento al ser portadora del virus chino:
«Pensé que no volvía, tuve una hemorragia en un pulmón, otro colpasado y de pilón infiltrados de neumotórax por lo que aparte del tubo me pusieron una sonda endopleudal, fueron 4 días intubada con apoyo respiratorio con una máquina y cedada»
Entre sus confesiones, Liliana Ortiz explica que fue el amor de madre la que la mantuvo con vida y la incitó a tomar fuerzas para sanar cada vez que su salud decaía:
«El día que me extubaron era cumpleaños de Auro y Gerardito, y yo aún dormida pensaba que tenía que volver porque no merecían un cumpleaños roto… Por un momento pensé que no sobreviviría y hablaban de volver a intubar, pero me queda claro más que nunca que el amor de una mamá es capaz de lograrlo todo».
CON INFORMACIÓN DE DEBATE