En medio de la pandemia, algunos políticos se lavan las manos y esconden la piedra. El resto de los mortales, un tanto porque nos sabemos finitos, otro tanto por el miedo que infunden los medios y las redes o porque tenemos algún sentido de supervivencia, nos mantenemos en casa. Pero, no podemos aplicar la sana distancia del discurso demagogo y la acción política disfrazada de humanismo.
Ya hemos limpiado el armario, el patio y la casa entera; liberamos espacio en la computadora y en el celular, eliminando todo aquello que nos consume memoria digital, es tiempo también de limpiar la mente y liberar espacio para que nos entren nuevas ideas.
“Vivimos como si nos hubieran dado cuerda: nos levantamos, hacemos cosas porque se las hemos visto hacer a los demás, porque nos enseñaron así, porque eso es lo que se espera de nosotros. No hay demasiados momentos conscientes en nuestro día a día, pero de vez en cuando, algo ocurre e irrumpe nuestra somnolencia, nos obliga a pensar: ¿Y ahora qué hago?”
En su último libro: Ética de Urgencia, Fernando Savater plantea algunos cuestionamientos en el capítulo razones para la ética y señala distintas opciones éticas que “nos exigen una buena preparación mental, nos interpelan para que razonemos hasta alcanzar una respuesta deliberada. Tenemos que estar preparados para ser protagonistas de nuestra vida y no comparsa”.
Savater, filósofo y estudioso del comportamiento humano resume la ética en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir.
Hoy la emergencia de sanidad mundial nos pone a prueba, “la salud de una persona y la salud son una sola” advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el COVID 19, no debe verse como “una bendición para el medio ambiente” porque la pandemia ha detenido por completo nuestra forma de vida y esto tendrá consecuencias económicas y sociales graves.
Y en México, no, no nos viene como anillo al dedo los dichos oportunistas, como tampoco es ético que un Cuauhtémoc Blanco monte un teatro al estilo Cuadri, o como cualquier otro político, que busca curarse en salud en medio de la tragedia. Parar las campañas políticas, sería sano en esta cuaresma coincidente con la cuarentena.
“Cierto que cualquier tiempo pasado fue peor y eso, sin lugar a dudas, es ciencia que va a misa, pero éste que asoma intuyo que va a hacer honor a que no es malsano revisar esa premisa. No por la nostalgia de un pasado de esplendor, que eso fue la venta de una espléndida falacia, sino por el trágala del nuevo dictador que se llama, dicen, clepto-corporatocracia”.
Cantaba Luis Eduardo Aute en el tema Feo Mundo Inmundo,del álbum El Niño Que Miraba el Mar. Q.E.P.D.