CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-A pesar de la cuarentena el mundo no se detiene, hay quienes no quiciera salir a la calle y existe también quienes no pueden salir de sus casas como es el caso de Don José.
Don Pepe como sus vecinos le llaman de cariño tiene más de 80 años y por su edad avanzada perdió la vista desde hace seis años, algo que lo pone en riesgo ya que vive literal en la punta de un cerro en un cuarto hecho con leña y lámina.
Al visitarlo en su domicilio pepe tituvea en abrir la puerta, pues al estar ciego no puede confiar en cualquier voz, sin embargo al ir acompañado de un vecino es muy amable y sale para platicar.
Fue así que con cuidado de la choza de asomo un hombre mayor, muy delgado para su edad y con una ropa que pareciera no haberse lavado en años, eso si con zapatos bien puestos pantalón y camisa.
Débil y con habla lenta, Don Pepe nos platica qué vive con un hijo, en los límites de la calle Purom en la colonia Luis Echeverria, en un terreno irregular en donde construyeron un cuarto choco hecho con madera de capote de los alrededores.
Don Pepe presume no tener hipertensión o diabetes, pero desde hace años es ciego, algo que lo ha sentenciado a permanecer en su casa, mientras que su hijo va a buscar trabajos de albañilería.
Esto no ha limitado a el señor de caminar ya que a pesar de ser zona de riesgo, le han culhadl un cable alrededor del cuartito por el cual se guía para no caer de más de tres metros de altura hacia un barranco.
Según los vecinos su hijo lo quiere mucho, aunque no esta bien de sus facultades mentales, por lo que Don Pepe y él viven en condiciones insalubres, incluso sin baño por lo que el señor de más de 80 tiene que ir a hacer sus necesidades a la vuelta de su casita donde nadie lo vea.
Es por esto que cada que pueden sus vecinos le ayudan con algo, como el darle de comer mientras esta solo, ya que al no contar con estufa y solo cocinar con leña, José no puede prepararse nada, sería muy peligroso.
«Quiciera una cama o una estufa para hacer de comer porque no tenemos donde, solo prendemos lumbre con unos leños, mi hijo prende la lumbre y yo solo le habiento unos leños»
Al pasar a su domicilio se pudo constatar el abandono, tan solo con ver el colchón viejo y sucio en que duermen, los cacheteros acumulados en el piso y todo rincón de la choza y la chimenea improvisada dentro del cuarto de madera.
A don Pepe lo fueron a visitar autoridades del DIF quienes le prometieron el llevarle una despensa, sin embargo esto no es suficiente pues el señor necesita de una capa donde dormir, comida y ropa limpia.
Si usted desea ayudar a Don Pepe puede acudir al domicilio mencionado en la nota que es límites del río Purom al lado des sierra, en la Colonia Luis Echeverría.