CIUDAD DE MÉXICO.-Mariana espera dar a luz a su bebé en junio. A pesar de la contingencia por COVID-19, debe seguir trabajando. Eso la angustia, porque algunas zonas en las que se mueve le parecen inseguras. Su preocupación y estrés aumentan cuando piensa en la hora del parto. «¿Irá a estar desinfectada el área del parto en el Seguro? ¿Cómo saldremos de ahí?», se pregunta.
Emocionalmente, se pone mal al saber de otras mujeres que han contraído COVID-19 estando embarazadas o que quizá fallecieron ellas o sus bebés por el virus. Hasta el 8 de mayo, de acuerdo con la Secretaría de Salud, en todo México se han registrado 191 mujeres embarazadas con COVID-19, y cinco de ellas han fallecido. Ninguna en Sinaloa.
Mariana, cuyo nombre es ficticio para este artículo, es uno de los testimonios anónimos que EL DEBATE recogió de diversas mujeres en gestación mediante un sondeo digital.
En total, 373 mujeres participaron relatando la dificultad que significa ser mujeres gestantes en estos momentos. Muestran sus temores al presente y al futuro.
El 89.92 por ciento de estas dijo tener miedo de que algo le pase a ella y a su bebé. Solo el 5.45 por ciento dijo que no y un 4.63 respondió no saber (gráfica número 8).
Como Lidia, quien contó la preocupación que tiene al desconocer dónde será atendida el día de su parto, ya que dijo que los hospitales a los que podía ir están atendiendo casos de COVID-19. «No hay mucha información al respecto, pues eso es lo que me genera preocupación… Ah, y nos cancelaron las consultas prenatales, así que no sé cómo está mi bebé», mencionó estando en las últimas seis semanas de embarazo.
En el sondeo, el 56.95 por ciento de las mujeres dijo que ha sido un poco difícil llevar su proceso de embarazo, mientras que el 23.71 por ciento dijo que ha sido bastante difícil y el 6.81 dijo que extremadamente difícil (pregunta 2 en la gráfica).
Más de la mitad de las entrevistadas, el 52.04 por ciento, indicó, además, que dejó de acudir a su revisión médica mensual. Al respecto, algunas contaron cómo se han visto en el dilema entre seguir acudiendo a sus citas en el Seguro Social o pagar una atención particular. Con 39 semanas de embarazo, Gloria contó cómo fue tratada en su última visita en el IMSS.
En un chequeo, en el área de Tococirugía, dijo que las pasaron por la zona de Urgencias, por el mismo lugar donde otras personas infectadas pasan. «Justamente estaban limpiando un área contaminada enfrente de donde nos tenían sentadas, aparte que tardan mucho en atendernos, tardé una hora en pasar a chequeo», expuso.
Magda, por el contrario, decidió seguir su embarazo por la vía privada, ante el miedo que le provoca ir al hospital y enfermar, no solo por ella y el bebé que espera, sino por sus otros dos hijos. Pero la situación económica se ha complicado. «Me he quedado sin mandado por comprar medicinas y más medicinas. Mi esposo gana lo mínimo en su trabajo, y ha sido bastante difícil», expuso.
CON INFORMACIÓN DEL PERIÓDICO EL DEBATE