Hace unos días el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR dio el pésame a las familias que han perdido a algún miembro por el Covid-19, pero en el mismo mensaje insistió que se tiene que seguir hacia adelante con la “transformación de la vida pública del país”.
El mensaje para muchos podría traducirse como un “lo sentimos mucho, pero ni modo”, pues aunque es cierto, el hecho de que apresurara sus actividades fuera de Palacio de Gobierno ó incluso fuera de la Ciudad de México, evidencia su urgencia de ir al encuentro con la gente y seguir alimentando el mensaje que lo llevó a la Presidencia y que necesita para que las elecciones del próximo año le beneficien a MORENA.
Sólo eso explica que en los días cuando hay más contagios y muertes por el virus, el Presidente en lugar de quedarse a proyectar medidas cada vez más necesarias para contenerlo, decide emprender un viaje a todas luces incensario, para arrancar obras en este momento no prioritarias.
En Quintana Roo, con más de 400 muertes por Coronavirus, AMLO decidió reactivar sus eventos públicos, sin público, para revisar el proyecto del tan criticado Tren Maya, pero no era de ir y venir, ha destinado una semana completa a recorrer el sur del país, Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz son “bendecidos” con la presencia del Presidente.
El apresurado inicio de la “nueva normalidad” en el país podría traer devastadoras consecuencias, toca entonces a los gobiernos locales hacer un esfuerzo mayor para combatir y es necesario que la población redoble medidas de prevención, porque es evidente que no es AMLO el que está preocupado por la salud de los mexicanos.
Podría ser muy distinto el enfoque de la gira de LÓPEZ OBRADOR si hubiera incluido en su gira momentos para conocer la situación local de cómo están enfrentado el virus, de cómo operan los hospitales y qué necesitan los gobiernos de esa región, por cierto, la de mayores necesidades en el país, pero no, sólo contempló banderazos a las obras emblemáticas de su gestión y reuniones de Seguridad, también cuando estamos con pésimos resultados en el combate a la delincuencia.
La campaña de AMLO habría tenido mejores efectos si en lugar de impulsar sus obras hubiera tratado de realmente empatizar con las familias afectadas económicamente y en su salud por el Covid, pero no.
Esto sin duda habrá de traerle problemas a futuro y quedará como un momento marcado de su administración, todos recordaremos cuando se hable de su gestión el momento en que México veía incrementarse dramáticamente los contagios y muertes, mientras que su Presidente prefirió irse de gira.
Eso deben de tomarlo en cuenta todos los políticos, pues más de uno anda aprovechando la pandemia para hacerse promoción, para repartir despensas, cubrebocas, gel antibacterial y demás artículos indispensables en este tiempo, para ponerles su nombre y “dejar huella” en la mente del electorado.
Otros han aprovechado para recorrer personalmente las colonias, dejándose ver más activos en los tiempos de confinamiento para que la gente vea que tan trabajadores y comprometidos con su labor están.
Todo podría ser genuinamente verdadero y un trabajo hecho de corazón, pero prefirieron no perder oportunidad de la gente los vea a la cara y otros de mínimo poner su nombre en los apoyos que están bajando, al fin de cuentas esta pandemia no puede hacerles perder el apoyo teniendo tan cerca la reelección.
QUE CURIOSO
Esta semana falleció uno de los empresarios más importantes de México y uno de los líderes más carismáticos del rotarismo a nivel mundial. FRANK J. DEVLIN lamentablemente falleció pero deja un legado muy importante de servicio, de dar de sí antes de pensar en si, pues por años benefició a miles de personas con su activismo.
Innumerables logros en su vida se podrían citar, pero sin duda de los más memorables son el que ha sido uno de los tres mexicanos en presidir a nivel mundial Rotary International y fundó la cadena más grande de ópticas en el país, con la que además creó una fundación para ayudar a miles de personas sin recursos para poder ver. Libros, ponencias, proyectos exitosos, etcétera, se quedan para seguir beneficiando a los más vulnerables.