El fracaso de su proyecto de gobierno, si es que hubo alguno, arrolló a Andrés Manuel López Obrador a dejar de usar el cerebro para dirigir al país y dejar la tarea a las víceras que definitivamente optaron por la polarización del país, el enfrentamiento con los grupos no alineados y el bosquejo de lo que pinta para hacer de México un régimen muy similar al chavista.
Así es mis queridos boes, ayer cuando desde Palacio Nacional López Obrador presentaba el BOA, presunto bloque opositor amplio, cuyo propósito sería arrebatar la mayoría a MORENA en el Congreso en el 2021 y en el 2022 echar a AMLO de la presidencia, el tabasqueño entró a un camino para el que parece que no hay reversa.
Culpar a los partidos opositores al suyo de formar un bloque sería lo de menos, es la naturaleza de los institutos políticos, él mismo formó un frente de partidos que lo llevó al poder, lo grave es haber metido en el mismo propósito a gobernadores, comunicadores, periódicos, empresarios y a los órganos electorales.
Grave también, que siendo un documento que el propio presidente reconoce que no sabe si es legítimo, ni su procedencia lo difunda en una mañanera, que es prácticamente hacerlo en cadena nacional, lo que indica que cree lo que ahí se inscribe.
¿Pero qué lecturas puede tener lo hecho público ayer por AMLO?, son varias, la primera es que ya decidió dividir en serio al país, entre los que están por la transformación, la Cuarta y los que están en contra de este; él es la transformación.
Desde el fin de semana dio la primera señal de que la polarización es el rumbo que ha decidió para México, cuando en su gira por Veracruz dijo que eran tiempos de definiciones y que no había más que conservadores y liberales; obvio que en su diccionario conservador es todo aquel que no comparte al 100 por ciento lo que él dicta.
El mensaje es bien claro: AMLO cancela cualquier posibilidad de diálogo con los de enfrente, con los partidos de oposición que igual que él, a través de sus gobernadores y alcaldes, tienen representación popular, son actores y miembros de una sociedad de la que el presidente es un ingrediente más, su postura dice que él y solo él es el Estado.
Cancela además la posibilidad de cualquier diálogo de confianza entre su gobierno y el sector empresarial, porque metió en el bloque a las dos principales organizaciones de la IP, COPARMEX y Consejo Coordinador Empresarial.
Se le olvida a AMLO que son los empresarios y no el gobierno los que pueden lograr que la economía que lleva ya 18 meses de pérdidas poder reactivarse.
Son ellos los del dinero, los de las empresas quienes pueden lograr la recuperación de los dos millones de empleos que como mínimo se han perdido sólo este año.
Grave, que involucre a 14 gobernadores en el supuesto complot en su contra, porque son actores de la vida pública del país, con quienes tendría que tener una interlocución permanente y desmintió de paso a la SEGOB de Olga Sánchez quien ha declarado que hay una buena relación con todos los mandatarios.
Pero lo más grave, es que López Obrador descalifica completamente a los órganos electorales del país, al meter al INE y el TEPJF en el bloque.
Porque estos son los institutos que el año que entra organizarán y calificarán la elección en la que supuestamente el plan es arrebatarle la mayoría a MORENA.
Y entonces surgen más preguntas o sospechas de lo que pasa por la mente del presidente López Obrador.
¿No decía que la oposición estaba moralmente derrotada?, ¿no ha desdeñado a los gobernadores a los que se negó a recibir?, ¿será que sus propios números le dicen que MORENA perderá la mayoría y desde ahora descalifica al organizador y al árbitro para no reconocer la derrota?.
No se dio cuenta AMLO que con lo de ayer no solo mostró que si le teme a la oposición y a los gobernadores, cuyo bloque ya hizo crecer de ocho a 14.
Tampoco se ha de haber dado cuenta que involucrar a los periodistas que señaló en si paranoica teoría de conspiración los expone a la ira irracional de sus fanáticos, lo que pudiera ocasionar una tragedia.
Curiosamente todo eso ocurre cuando: está más que claro que el país caerá por ahí del 8 por ciento este año, que la pandemia del Covid se les fue de las manos y el número de muertos podría ser aterrador, cuando sale a la luz pública que en 18 meses ha pedido créditos al Banco Mundial por montos que casi suman el total de lo que Peña Nieto pidió en seis años, cuando los escándalos de corrupción enlodan a su gabinete y cuando la violencia en el país sufre la peor escalada de la que se tenga memoria
“Mientras entretienen con otras cosas, sigue el estancamiento económico, la falta de empleos y todo lo que realmente debería importarles”, no estas palabras no son mías, son de Andrés Manuel López Obrador publicadas por él en el 2014 ante lo que creía eran cortinas de humo por parte de Enrique Peña Nieto; hoy estas mismas pueden aplicársele.
La pesca panista…
Antier les anuncié aquí que el PAN estatal está tratando de convencer a Alejandra Cárdenas para llevarla a sus filas, hoy les agregó que también le han lanzado el anzuelo a la diputada Yalhel Abdala, ex dirigente estatal del tricolor y a Carlos de los Reyes también dirigente en Tampico, en el PRI estos tres saben que ya no tienen nada que hacer y ya los tentaron.