CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-¡A la una, a las dos y a… las tres! así salieron los victorenses frenéticos a abarrotar las calles, avenidas y centros comerciales al saber que finalmente les sería permitido regresar a ciertas actividades.
Puestos de gorditas, carretones de tacos, papelerías, tiendas de ropa, telas y mueblerías se volvieron a nutrir con clientes desesperados por surtirse de todo aquello que les fue ‘negado’ por mas de dos meses.
Familias enteras (con hasta cuatro o cinco hijos), parejitas besuconas y grupos nutridos de ejidatarios sombrerudos a bordo de camionetas llegaron y tras estacionarse en alguna acera cercana al mercado Argüelles se lanzaron a explorar el primer cuadro de la ciudad.
Cientos de comerciantes ambulantes, puestos fijos y semifijos, tenderetes en el suelo y otros changarros reiniciaron sus actividades en medio de un sonado ambiente de fiesta (los pasados ochenta días se podía disfrutar de un arrullador silencio en la mayoría de las banquetas de la gran capital).
El tráfico vehicular también se vio afectado por el exagerado aforo de unidades motrices en las calles: largas filas de autos y camionetas intentando desesperadamente avanzar en las angostas callecitas del primer cuadro de la capital o buscando un lugar para estacionarse. El bochorno de mas de treinta grados hizo su tradicional travesura en la mecánica automotriz y se pudo observar uno que otro carro ‘desangrándose’ por las altas temperaturas que terminaron por sobre calentarles el motor.
En la plaza del ocho, el grupo de fara faras volvió a reagruparse. Berna, uno de ellos, veterano acordeonista y de colmillo largo y retorcido sonaba los alegres disparos musicales de su ‘caja de mejorales’ cuando se encontró al Caminante.
Don Berna se decía muy emocionado por volver a trabajar, aunque la verdad es que aún escasea la clientela dispuesta a pagar por buena música en vivo.
Todo este escenario urbano a simple vista parecía muy colorido y lleno de algarabía, sin embargo hubo una cuestión que se dejó atras: las recomendaciones para prevenir probables contagios de Covid-19.
Así fue: una gran parte de la población salió a la calle ‘como si no pasara nada’, sin cubrebocas, en grupos numerosos y aglutinándose (oséa amontonándose) en cada negocio reabierto.
A pesar de que la mayoría de los establecimientos mantienen normas estrictas para ingresar, como lo son la medición de la temperatura, aplicación de gel, entrada restringida a niños y adultos mayores asi como el cubrebocas obligatorio, entre los pasillos de grandes tiendas y almacenes la gran mayoría de los clientes no conservó la ‘sana distancia’.
Este hecho ocurrió justo el dia cuando Tamaulipas registró un récord histórico de contagios de Covid-19: 208 casos positivos, a pesar de que el semáforo sigue en ‘naranja’.
Durante este día también hubo 14 fallecimientos.
La mera mera de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, Gloria Molina Gamboa actualizó por la tarde la cifras oficiales: cuatro mil 270 casos, 275 defunciones y mil 921 pacientes
recuperados. Un escenario que a mas de uno podría provocarle terror intenso pues en todo este tiempo azotado por la pandemia de coronavirus, jamas se había llegado a tan preocupantes dígitos, en palabras simples y llanas, fue un viernes negro.
¿Que le espera a la bella capital tamaulipeca los próximos dias? una cosa si es segura: aunque nadie lo sabe, definitivamente esta en nuestras manos. La situación de emergencia por la pandemia de coronavirus no se ha terminado, solo se permitió que algunas actividades comerciales volvieran a operar. Las recomendaciones continúan: quédate en casa, desinfecta todo lo que provenga del exterior de tu casa, lávate las manos constantemente con agua y jabón, cubrete con la parte interior del codo al estornudar, evita el saludo de mano y trata de no acudir a lugares con aglomeraciones o multitudes. Y de preferencia no realices ninguna ‘pata de perro’ esta semana.