TEXAS.- El reciente aumento de los casos de COVID-19 en Estados Unidos, llevó a que Texas anunciara que pondrá un alto a su plan de reapertura económica.
«Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a contener la propagación (del coronavirus) hasta que podamos ingresar en la nueva fase de reactivación de los comercios», dijo el gobernador Greg Abbott en un comunicado.
El líder estatal aclaró que los comercios que ya reabrieron no tendrán que volver a cerrar sus puertas, pero el proceso se detendrá para aquellos que aún están sin atender al público.
«Nos centramos en estrategias que frenen la propagación de este virus y que al mismo tiempo permitan a los tejanos seguir ganando un sueldo para mantener a sus familias, lo último que queremos hacer como estado es retroceder y cerrar negocios», dijo Abbott.
Texas ha pasado a ser uno de los estados con más contagios durante junio, y ha reportado más de 11 mil nuevos casos en los últimos dos días.
Abbott también ordenó a los hospitales no llevar a cabo cirugías no esenciales, para enfocar la capacidad hospitalaria a atender casos de COVID-19. Esta orden se aplica en los condados de Dallas, Harris (Houston), Travis (Austin), y Bexar (San Antonio).
En su comunicado el gobernador pidió a los texanos a cubrirse el rostro con mascarillas y mantener distanciamiento social, así como lavarse las manos constantemente.
«Entre más de cerca sigamos estos lineamientos, nuestro estado será más seguro y podremos abrir más negocios»,señaló Abbott.
En mayo tiendas departamentales, restaurantes, cines, museos, bibliotecas e iglesias abrieron con el fin de reactivar empleos y flujo de la economía, aunque con estrictas medidas de prevención y sin superar el 25 por ciento de su capacidad.
CON INFORMACIÓN DE ABC NOTICIAS