TAMAULIPAS.- Como se temía, el personal médico ha sido uno de los gremios más afectados por la pandemia de Covid-19 que a estas alturas atraviesa todavía por su punto más álgido en la entidad.
De acuerdo a datos publicados por los sindicatos y por las mismas instituciones públicas, en los últimos cuatro meses han fallecido al menos 25 trabajadores de la Salud, entre doctores, enfermeras y personal de apoyo que laboraba en los hospitales.
Muchos de ellos integraban el ejército que combatía a la enfermedad en la llamada primera línea.
Igual que en la cifra total de fallecimientos por Covid-19 en Tamaulipas, Reynosa y Matamoros son las ciudades con más pérdidas para el gremio médico, ocho y nueve respectivamente. Pero también destaca el caso de El Mante, donde han perdido la vida al menos tres personas que se desempeñaban en este ámbito.
Según las cifras del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, son al menos 312 empleados Hospitales, centros de salud y oficinas de la Secretaría de Salud los que se han contagiado de Covid-19, mientras laboraban.
En todo caso, si la cifra de fallecimientos no ha sido mayor se debe a que buena parte del personal considerado vulnerable por su edad o por padecer enfermedades previas, mantiene la licencia médica para no acudir a sus centros de trabajo.
La primer muerte en el gremio de la salud ocurrió en Reynosa el 28 de abril: un enfermero de nombre Julio Vicente Herrera perdió la vida en el hospital del IMSS de esa ciudad, que un par de meses después se convirtió en el más afectado de la entidad por la epidemia.
A los pocos días, empezó una trágica seguidilla de fallecimientos en el IMSS de Matamoros, donde el personal denunció en más de una ocasión un brote que contagió a decenas de empleados.
El día 3 de mayo, murió el encargado de la farmacia, Fausto Almaguer Cisneros, y poco después un médico urgenciólogo, Israel Abraham Rodríguez Pinillo.
Del mismo hospital murió el ginecólogo Jaime Hernández Rodríguez. Después, también en Matamoros, murió el enfermero Alberto Arredondo Cruz, del Hospital General Alfredo Pumarejo.
Después los fallecimientos se hicieron cada vez más frecuentes en la frontera y durante el mes de julio se agudizó el problema: en treinta días murieron 19 empleados de la Salud.
El caso más reciente es el del neurocirujano Francisco Javier Rojas, del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Madero.
“Con profunda pena amanecimos hoy, estamos de luto, el Dr. Francisco Javier Rojas Cruz, neurocirujano de nuestro querido HGR N°6 IMSS, falleció, después de una prolongada lucha contra el coronavirus; debemos cuidarnos, cuidar, apoyar y trabajar, esa es la lección de vida del doctor”, publicó el director del Hospital, Juan Ramírez.
El Sindicato del IMSS, en la zona sur, a través de su página de Facebook ha realizado un recuento muy completo del personal médico que se ha visto afectado por la enfermedad.
“Se nos está acabando la mejor generación, se nos está muriendo la generación que trabajó por nosotros jornadas interminables sin quejarse. La generación que antes de ver por sus propios deseos o emociones, ahorraron para darnos un futuro mejor”, publicaron tras dar a conocer la muerte de la enfermera Blanca Chaverri Nuñez, de El Mante.
“A veces quisiera que todo lo que dicen de nosotros los médicos, de que inventamos el COVID, que nos pagan por decir que algún paciente tiene Covid fuera cierto… así evitaríamos que nuestro gremio fuera internado por esta horrible enfermedad, quisiéramos que SÍ fuera un invento, y que nuestros compañeros de trabajo no estuvieran enfermando por salvar pacientes”, publicó otra compañera para despedirla.
El personal médico de Tamaulipas ha enfrentado, además del riesgo de contraer el virus, el extremo cansancio causado por las largas jornadas laborales, porque -igual que en el resto del país- faltan médicos y enfermeras para atender una epidemia que cada día crece más.
Pero además, padece un estrés que amenaza su estabilidad emocional.
el personal de salud en primera línea de atención a la enfermedad Covid-19 presenta una prevalencia mayor de padecimientos mentales, como depresión y estrés agudo, que la población en situaciones de conflicto.
Rebeca Robles, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, detalló en entrevista que la depresión afecta al 37.7 por ciento de los profesionales de la salud, mientras que en la población en general ocurre en el 20 por ciento.
Además, han detectado síntomas de estrés agudo en el 37.5 por ciento del personal médico. Si estos signos prevalecen por seis meses, explicó, pueden ser diagnosticados con trastorno por estrés postraumático.
“Esta prevalencia es más alta que en la población en general, incluso, más alta que en la población general en situaciones de conflicto. Cuando hacen esta comparación de que la pandemia se está viviendo como una guerra, la verdad es que sí, se están teniendo síntomas de ese nivel”, explicó.
Enfrentarse todos los días a la muerte de algún paciente o conocido es el principal factor que ha provocado que los profesionales de la salud desarrollen síntomas de padecimientos mentales, indicó.