Oaxaca se convirtió en el primer estado donde se prohíbe la venta o donación de productos “chatarra” a menores de edad. Fue una decisión del congreso local, es decir que la representación popular actuó en respuesta a la información alarmante respecto de la obesidad que registra el país.
Es muy probable que el ejemplo sea imitado en otras partes de la república. En la CDMX se dan los primeros pasos en tal sentido, ojalá y prospere. Y de igual forma en Tabasco.
De acuerdo con el Fondo para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, México ocupa a nivel mundial, el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos, razón por la cual proliferan toda clase de padecimientos, empezando por la diabetes y muchos más que ponen en serio riesgo la salud pública, además del enorme costo económico que significa su combate
Entre los adultos alcanza el 73 por ciento, y entre los niños tres de cada diez y adolescentes cuatro de cada diez, sufren el mal.
El motivo es harto conocido; se origina en la pésima alimentación a base de bebidas azucaradas y productos saturados de grasas y cero nutrientes.
El problema es de tal magnitud, que en diversas “mañaneras” el tema ha sido mencionado por AMLO, siendo hasta la semana anterior cuando hubo respuesta oficial de una entidad.
Empezó Oaxaca, pero confiamos en que el resto de los congresos locales tomen conciencia y colaboren con lo que corresponde…si es que les importa, si no, psss no.
Por supuesto también iniciaron las protestas de quienes elaboran la comida basura. Se sienten agredidos porque buena parte
del negocio se les viene abajo. En este caso
no extrañarán amparos en el objetivo de dar marcha atrás a esta decisión de gran beneficio social. Usted dirá que son demasiados los intereses en juego y está en lo cierto. Por ello la interrogante en cuanto a que si el resto de los llamados “representantes populares”, estarán dispuestos a asumir la valentía de sus colegas oaxaqueños.
Y deje usted la valentía, si recordamos que no todos los legisladores se consideran abanderados de causas sociales, más bien están ligados a grupos empresariales debido a consignas partidistas, o por mera filiación u convicción derechista, donde el negocio se antepone a cualquier interés en contrario.
El asunto es que la salud pública tiende a convertirse en prioritaria y no habrá fuerza que cambie de parecer al supremo gobierno, aunque lo mero importante es que todos nos demos cuenta del daño causado por la comida “chatarra”, donde además de las fritangas y bebidas endulzadas, hay que incluir hamburguesas, “perros calientes”, pizzas, etc.
Difícil dejar todo esto, cuando la publicidad perversa de fabricantes y medios de comunicación, convirtieron en dependientes a millones que tarde o temprano serán, o ya lo son, víctimas de enfermedades irreversibles.
Por su parte la UNICEF, defensora internacional de los derechos de niños, niñas y adolescentes, hace un llamado para que México modere su alimentación, evitando el acceso de los menores a los productos señalados.
Desde luego que tiene que ser por ley. Al respecto el columnista supone que mucho tendrá que ver el Congreso de la Unión, al menos la cámara de diputados, cuyos integrantes están más que obligados a actuar ipso facto, sin excusa ni pretexto.
Ojalá y Mario Delgado, el inútil“líder” mayoritario, pueda convencer a sus compañeros de que no se trata de un juego, sino de uno de los retos más importantes que enfrenta el régimen de la Cuarta Transformación.
De igual forma que el senador Ricardo Monreal Ávila (lástima de apellido), se olvide de grillas y politiquería barata y ocupe su tiempo en legislar a favor de sus representados… que se le quite de la cabeza de una vez por todas, la idea de que será candidato presidencial, por la sencilla razón de que su pasado lo condena…y vaya que es turbio si acudimos
a las lecciones aprendidas y aprobadas con MB, durante su paso por el PRI…lo que bien se aprende nunca se olvida.
De manera que urge legislar contra los productos basura, así se venga el mundo encima y sin temor a las campañas tendenciosas y mala entraña de los empresarios acostumbrados a lograr riquezas no imaginadas, a costa de la salud social.
Usted dirá que también tienen que ver los padres de familia y desde luego, el magisterio, y está en lo justo.
En especial los primeros, cuya mayoría sin exagerar, también están influenciados por la publicidad negativa y la maligna tolerancia de los corruptos gobiernos neoliberales cuyos funcionarios lo permitieron todo, siempre y cuando llevaran su respectiva ganancia contante y sonante…¡Jijos de su mal dormir!.
El resultado de su obra criminal ahí está: primer lugar en obesidad infantil y segundo en adultos, a nivel mundial.
En cuanto al magisterio, ya sabéis que en esencia siempre ha estado comprometido con el interés nacional…y ni modo que sea invento.
Concluyendo, al margen del aspecto legal, el combate a la comida “chatarra” es tarea de todos. Cada quien en su correspondiente área de influencia, pero antes habrá que tomar conciencia de la gravedad del problema. Caso contrario, seguiremos igual…”O más pior”.
SON PUEBLOS ORIGINARIOS
A los neoliberales les extraña la decisión de AMLO de restituir sus derechos a los pueblos originarios, porque siempre los vieron como raza inferior, explotable, humillada y marginada de cualquier desarrollo social o económico.
En Sonora el Presidente recién se reunió con los gobernadores yaquis. Ahí les habló de hermano a hermano, y no solo ofreció disculpas por el daño institucional y estúpido de sus antecesores, sino se comprometió a hacerles justicia.
Han de recuperar sus tierras y aguas, pero sobre todo recuperan su condición de mexicanos que les fue arrebatado desde la barbarie invasora de los gachupines, hasta el régimen de Peña Nieto, pasando por la explotación de que fueron víctimas durante el porfiriato.
Los yaquis, como otros pueblos originarios, no solo sufrieron esclavitud, sino la salvajada de ser marcados cual ganado de propiedad privada. Y sin embargo fueron dignos hasta su casi extinción.
Como fueron los tarahumaras y muchos otros grupos que resistieron el trato inhumano durante siglos, hasta que llegó el régimen de la Cuarta Transformación.
Hasta el anterior gobierno, fueron discriminados, perseguidos, reprimidos y por consecuencia, obligados a vivir en las montañas
o el desierto. Ahí se refugiaron y resistieron. Ahora vuelven a ser mexicanos con todos sus derechos y la obligación de seguir siendo fieles a su vocación de libertad negada por invasores irracionales y gobernantes atrofiados por la corrupción y la maldad.
Desde luego que el nuevo trato sorprende a quienes integran la derecha fanática y fundamentalista. Ellos que jamás dieron calidad de humanos a los pueblos originarios, ahora saben que en México ya todo cambió.
SUCEDE QUE
Ocurrió en Oaxaca…¿en Tamaulipas también?…salvo que los legisladores (as) locales prefieran que prosiga con singular alegría el envenenamiento colectivo…son capaces de hacerle al tío Lolo evadiendo su responsabilidad.
Y hasta la próxima