TAMPICO, TAMAULIPAS.- Desde hace 17 años toca la guitarra en las calles a cambio de una moneda y por el Covid-19, Don Juan Ramírez Mireles decidió reciclar botellas para fabricar cubrebocas y no dejar de trabajar.
Tiene 56 años de edad, es originario de la Barra del Tordo, perteneciente al municipio de Aldama y en la actualidad vive en la colonia El Cascajal.
Para hacer el cubrebocas, corta una botella y la amolda a su rostro, coloca una tela sobre la orilla para que no lo lastime y le agregó dos respiradores que son taparroscas, en su interior lleva un espiral de cobre.
Dice sentirse más seguro con sus fabricaciones que con un cubrebocas normal y que el propósito es protegerse y cuidar a los demás del virus.
Mencionó que en la contingencia de la Influenza traía un cubrebocas de tela, pero no le resultaba útil, sentía que no lo protegía bien.
“La idea era hacer algo que te cubra al cien por ciento, busqué varias opciones y encontré que esto era lo mejor. Corté una botella e hice un molde de acuerdo a mí cara, tienes que cortar bien la botella para que te quede exacta y te tape bien, le pones tela y aquí abajo lleva un espiral de cobre y lleva dos filtros, es mucho más económico”.
Considera que la pandemia no debe ser impedimento para laborar todos los días, siempre y cuando la población atienda las instrucciones de las autoridades de salud.
“Me siento más seguro que con el que traía antes, se siente raro, pero la idea es protegerte y proteger a los demás, eso es lo esencial”.
Para Don Juan Ramírez, la satisfacción más grande de su vida es haber aprendido a tocar la guitarra, “vivo de esto aunque también hago varias cosas, actualmente vivo en la colonia Cascajal y en ocasiones me he ido hasta Guanajuato a tocar”.
Por Oscar Figueroa