El juego político que todos juegan, es como un club de Tobi, pero bien grandote, se reúnen de vez en cuando con gran camaradería, se toman fotos, hacen alianzas, fijan agendas comunes, comparten el pan y la sal, y se regresan a sus lugares de origen con la invitación en la mano para una próxima reunión.
De la Conago, dijo “El Bronco” que es un club de Tobi, que “nunca ha servido de nada”, “no resolvemos nada” y “es puro protocolo”, de oficio político, el gobernador regio se refería a los temas que al también le interesan, desde luego que no habla desde la perspectiva de género. Jaime Rodríguez quiso ser presidente y sólo destacó por su léxico misógino: “mi caballo como menos que mi vieja”, “a una niña gorda nadie la quiere” o “mi mamá sigue estando buenota”, aunque la más recordada es “hay que mocharle la mano a quien robe”.
Con todo y la paridad política, la foto oficial del encuentro registró la participación de 30 personas que toman decisiones importantes para el país, gobernadores, una secretaria y el presidente, de las cuales 3 no se pusieron cubre bocas, así lo resaltó la prensa. Pero casi nadie notó que sólo se visualizan 3 mujeres en esa mega estampa del poder.
En el recuento de los daños, correspondió a la Secretaria de Gobernación Olga Cordero presentar un resumen de los acuerdos, dijo, lo que el presidente le instruyo que dijera: que se van a entregar a todos los estados sus participaciones federales integras y sin retrasos, que se destinará más recursos a los sistemas de salud, que enviaran medicamentos gratuitos y las vacunas en su momento para todos, además reactivaran la obra pública en todas las entidades federativas.
En tanto que Esteban Moctezuma logró un acuerdo nacional con los gobernadores para reforzar como políticamente correcto el inicio del ciclo lectivo a distancia y por televisión, aquí se mandó el mensaje a los maestros del sistema, para que se tranquilicen porque aun sin estar en el aula recibirán integra su paga, como colofón se reconoció la fundamental labor que habrán de desarrollar en casa las madres y padres de familia.
De todo lo que ahí se habló, no se trataron políticas de género, ni las alertas de violencia en algunos estados, ni el incremento de feminicidios en este 2020, ni del aumento de violencia doméstica en el confinamiento, ni se acordaron de la reducción del presupuesto a oficinas de gestión para mujeres. Tampoco se abundó en la activación de refugios o estancias infantiles. Menos se propusieron estrategias para resolver tanto pendiente.
Los hombres que acaparan las posiciones del sistema político y que tienen su mirada puesta en los asuntos del poder, aún no entienden las exigencias que a nivel mundial se impulsan por la igualdad entre hombres y mujeres. Los espacios que han ido ganando las mujeres aún no son suficientes para cambiar desde dentro a la gobernanza patriarcal.
Y así va el país, en tanto el presidente entretiene y hasta se divierte con el espectáculo de las denuncias mediáticas y dice que: “el pueblo se cansa de tanta pinche transa”. Igual las mujeres, se hartan de la política misógina y machista que representa.
Por Guadalupe Escobedo Conde